Que los hijos evadan responsabilidades cotidianas o se encierren durante horas o días detrás de una computadora son señales de adicción a redes sociales, señala la subdirectora del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), de la Universidad de Guadalajara, Martha Catalina Pérez González.
El problema surge cuando los jóvenes “desarrollan adicción y codependencia, aunado a suplir determinadas necesidades afectivas, y evitan así el contacto social o hasta el hecho de inventarse que son otra persona”.
Los padres deciden castigar a sus hijos y les suspenden el contacto con la computadora, eso lleva a que los jóvenes tengan una una especie de “síndrome de abstinencia”. sufren de malestar físico y psicológico, por lo que caen en estados de depresión, de aislamiento, ya que “las redes sociales mantienen también el sentido de grupalidad o pertenencia con otros jóvenes”.
El verdadero problema se da cuando al estar detrás de la pantalla sustituye la “vida normal”, la especialista resalta: que dejen de comer, de dormir, de ir a la escuela, de hacer sus labores cotidianas o que no ya socialicen.
“Casi todos los padres que vienen con nosotros nos hablan de ese problema. De diez que atendemos los diez lo mencionan. No hay una receta que solucione tal cosa. Nosotros valoramos el caso. A veces, orientamos a los padres sobre formas para acercarse a sus hijos; en otras, tenemos que evaluar a los chavos y ver si detrás de esa dependencia hay un proceso de baja autoestima, depresión u otro problema psicológico”.
Guadalajara, Jal., 25 de junio de 2013
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Internet
Edición de noticias en la web: Carlos Márquez García