Aunque la mayoría de las personas se dejan llevar por la belleza del árbol, este criterio no es suficiente para garantizar su sobrevivencia y adecuada adaptación a entornos urbanos, pues se deben de tomar en cuenta características como altura, tamaño de la copa, resistencia ante enfermedades y tener un manejo integral como podas, limpieza del muérdago y acompañarlo de especies arbóreas que previenen plagas.
Así lo señaló el profesor del Departamento de Investigación Forestal, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), maestro Gerardo Alberto González Cuevas, a propósito del Día del Árbol, que se celebra el 11 de julio.
El catedrático explicó que un ejemplo que puede ser modelo de manejo de arbolado para entornos urbanos de todo el país es la colonia Chapalita, en Guadalajara, pues ahí se ha optado por los árboles adecuados, combinarlos además con especies que combaten de forma natural las plagas y se les da el mantenimiento idóneo.
“La Organización Mundial de la Salud recomienda tener superficies de áreas verdes de nueve metros cuadrados por habitante. Sería deseable tener este indicador. En ocasiones, no podemos alcanzar ese nivel, pero es importante generar conciencia de que si no le damos base social al arbolado, si no nos informamos antes de plantar un árbol, a la larga no vamos a tener los resultados deseados”, explicó en entrevista.
Árboles adecuados para entornos urbanos son los de tamaño mediano (de entre 6 y 8 metros) y copas compactas, que no crezcan en demasía como el arrayán, los cítricos o el aguacate, que no tienen mucha interferencia con cableados o construcciones. Otro ejemplo de buen árbol para las ciudades es la jacaranda, aunque requiere de mucho mantenimiento para evitar el muérdago, dijo.
González Cuevas enfatizó en la utilidad del árbol del Neem (nimbo de la India), que aunque es una especie exótica, previene plagas, pues genera sustancias que repelen insectos de forma natural y, por esa característica, puede acompañar a otros tipos de árboles.
Una especie no recomendable es el eucalipto, porque alcanza una gran altura y puede ser peligroso en situaciones de adversidad climatológica como granizadas, trombas o tormentas.
Los fresnos y pinos jamás deben de ponerse en banquetas, porque terminan tronándolas o destruyendo redes de tuberías, pero sí son adecuados para espacios amplios como parques.
“La clave es elegir a la especie adecuada para el espacio al que se va a destinar. Tenemos que tomar en cuenta cuánto va a crecer el árbol en altura, en copa; si va a requerir podas de formación o no. Si no tienen toxicidad, si no producen látex o goma que afecte a vehículos o personas, si tiene espinas o no”, concluyó González Cuevas.
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 10 de julio de 2019
Texto: Julio Ríos
Fotografía: David Valdovinos