La literatura se ha encargado de contar y cuestionar las distintas violencias que la humanidad ha vivido, desde las guerras hasta las dictaduras y la impunidad que viven los países latinoamericanos en el siglo XXI; en esto coincidieron escritores reunidos en la quinta mesa de diálogo “Literatura y violencia política”, de la V Bienal Mario Vargas Llosa, en el Conjunto Santander de Artes Escénicas (CSAE).
Soledad Álvarez, ensayista y poeta dominicana, aseguró que las y los escritores de su país se han ocupado en mostrar las contradicciones de los gobiernos y las diversas guerrillas que han sucedido a lo largo de su historia, además de narrar cómo ésta impactaba en las familias.
“La dictadura de (Rafael Leónidas) Trujillo removió todos los cimientos, fue una dictadura absoluta que logró meterse en las casas y las conciencias. Una placa, que decía ‘En esta casa Trujillo es el jefe’, tenía que estar en cada una de las casas. Todo eso causó una violencia soterrada, una violencia que no podía salir, pero sí hubo novelas como Cementerio sin cruces de Andrés Requena, donde la violencia política se expresaba a través de la violencia social”, señaló.
Recordó que muchos años después, las y los escritores retomaron los procesos históricos del país mediante novelas como Sólo cenizas hallarás, de Pedro Vergés, que retrata la violencia cotidiana y cómo se filtraba incluso en la sexualidad y el erotismo.
La poetisa afirmó que muchas novelas latinoamericanas que retoman la violencia lo hacen desde el facilismo, en el que hacen creer que la realidad es fácilmente observable, lo que pierde efectividad en términos narrativos.
El peruano Fernando Iwasaki defendió a los escritores que se aventuran a escribir sobre la realidad de países que no son el propio, pues “la cultura occidental nos concierne” a quienes habitan el mundo.
“Es importante reivindicar, como decía Jorge Luis Borges, que cualquier escritor es capaz de escribir sobre cualquier cosa que quiera, porque la cultura occidental nos concierne”, explicó.
Aseguró que en América Latina, y todo el mundo, las y los escritores están haciendo ficción frente a un mundo desolado y apocalíptico, más allá de lo que significó la reciente pandemia.
“Son ficciones postapocalípticas, ficciones que nos hablan de una humanidad superviviente después de una gran tragedia, que no tiene que ver con el confinamiento y la pandemia, sino que muchas películas, series y cómics incluso, ya partían de una suerte de destrucción del mundo tal y como lo conocemos, y nos hemos acostumbrado a consumir este tipo de creaciones”, afirmó.
El escritor y periodista colombiano Santiago Gamboa dijo que cuando un escritor pone la mirada en un hecho que no vivió directamente, hace un aporte “exento de las emociones, los vínculos personales, que suelen contaminar” la escritura de quienes sí están inmersos en esa realidad.
“Pareciera que hay ciertas experiencias demasiado traumáticas, y que se necesitan tal vez una o dos generaciones para que quienes más bien lo escucharon contado por sus abuelos o por sus padres, puedan, siendo de la misma comunidad, narrarlo con más tranquilidad, y eso lo vimos en el caso de España, donde dos o tres generaciones después empezó a haber una riquísima literatura que volvía a mirar la Guerra Civil con ojos distintos, en un procedimiento literario muy interesante iniciado por Javier Cercas y Almudena Grandes”, relató Gamboa.
La Bienal Mario Vargas Llosa continúa esta tarde en el CSAE. Mañana sábado 27 de mayo seguirá en el Paraninfo Enrique Díaz de León y será clausurada en ese mismo recinto el domingo 28 de mayo, con la entrega del Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa.
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
“2023, Año del fomento a la formación integral con una Red de Centros y Sistemas Multitemáticos”
Guadalajara, Jalisco, 26 de mayo de 2023
Texto: Prensa UdeG
Fotografía: Adriana González