Cuando se escribe sobre guerra suele hacerse bajo el anhelo de alcanzar la paz, pero luego de que ésta llega, ¿qué pasa?, ¿hay paz o guerra romantizada?, ¿da respuestas para la paz?
Sobre esto charlaron cuatro escritores españoles durante la mesa “La escritura, arma para la paz”, que se realizó este viernes por la mañana durante la V Bienal Mario Vargas Llosa, en la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas (CSAE).
“La paz es una transformación constructiva del conflicto”, dijo Ramiro Villapadierna, quien se encargó de moderar el encuentro y lanzar preguntas sobre el papel de las letras para alcanzar el camino de la paz.
¿Es posible generar una literatura para la paz?, preguntó Villapadierna a la escritora madrileña Aroa Moreno, quien aseguró que al hablar de ésta se pasan por alto muchas situaciones paralelas.
“¿De qué hablamos cuando hablamos de paz? En medio queda el olvido, la desmemoria, las injusticias y personas que han seguido muchos años después sufriendo porque llegó la paz; pero hubo cosas que no repararon mucho la guerra”, respondió.
Recordó que antes de 2006 ella trabajaba como periodista en Veracruz, lugar que hoy es uno de los más difíciles para ejercer dicho oficio, que es también una forma de escribir y pretende alcanzar la paz.
“El periodismo también puede ser un camino para la paz porque es un pilar de los Estados democráticos; y el buen ejercicio de éste, aislado bajo el rigor, puede llevar a conocer ciertas situaciones y realidades que sí han contribuido a la paz”, subrayó.
El novelista y cuentista Luisgé Martín explicó que la literatura nace del conflicto, pues pocos quieren hablar de que todo está bien; sin embargo, “los intelectuales, en general y los escritores, en particular, estamos en favor de la paz”.
“Pero no de la paz a cualquier precio. Yo soy partidario de la Guerra de Ucrania, quiero que esa guerra la gane Ucrania, o por lo menos que la pierda Rusia. De lo que estamos a favor es de la libertad, la democracia, el reconocimiento de los derechos humanos, y cuando eso se violenta, estamos a favor de responder”, externó el autor de Obra maestra.
En tanto el periodista cultural Jesús Ruiz Mantilla hizo hincapié en que “la paz necesita su vacuna, y que cuando la escritura se hace necesaria para lograr la paz lo mejor es acudir a la guerra, a los relatos y narraciones”.
Ruiz Mantilla recordó que cuando inició la guerra entre Rusia y Ucrania, él acudió al libro Vida y destino, de Vasili Grossman, “para encontrar una respuesta que le iluminara sobre lo que estaba ocurriendo”.
“Las grandes novelas e historias que nos ha contado la guerra nos curan de espanto y nos hacen conscientes de que el ideal para el progreso, para ir hacia adelante, es la paz. Debemos ser conscientes de lo que provoca la guerra y no hay nada mejor que acudir a eso”, añadió.
Dijo que por cada personaje que ha hecho mal en la historia hay un creador artístico que le contrapone. Por ejemplo, frente a un dictador como Francisco Franco hay un escritor como Federico García Lorca.
“Franco no mató a Federico. Eso está en nosotros, nosotros lo leemos, lo recordamos y lo reivindicamos; al final, fue Federico García Lorca quien acabó con Franco”, recalcó.
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Guadalajara, Jalisco, 26 de mayo de 2023
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Fernanda Velazquez