Clase, cultura y raza en América Latina, factores empleados para excluir a indígenas y negros

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Concluye el foro Diálogos sobre Intercultura

El multiculturalismo no escapa de la condición de clase. América Latina es un buen ejemplo de integración de la población inmigrante, pero tiene rezagos sociales que no pueden soslayarse, concluyó el investigador del Departamento de Estudios y Movimientos Sociales de la Universidad de Guadalajara, Jorge Durand.

 Durante el foro Diálogos sobre Intercultura, en la FIL, agregó que clase, cultura y raza en América Latina, son factores empleados en el proceso de exclusión de las poblaciones negras e indígenas, ya que todavía pesa sobre estos grupos la historia centenaria de esclavitud y servilismo, por lo que es una de las asignaturas pendientes.

El especialista planteó que en el continente americano es donde confluyen las migraciones de todos los confines del mundo y donde se llevó a cabo el experimento más acabado de contacto, fusión, negociación, exclusión, además de confrontación racial y cultural.

Como parte del panel: Migración y Procesos Interculturales, este 4 de diciembre, en el que también participaron las investigadoras universitarias Patricia Arias y Ofelia Woo, el miembro del Sistema Nacional de Investigadores explicó que en América hay tres modelos de migración e interculturalidad.

Jorge Durand indicó que uno de los esquemas es el de Canadá. A pesar de que hasta la década de los 50 pretendía imponer un sistema de selección racial, ahora se define como una sociedad multicultural. “Llegar a esta solución no ha sido fácil y requirió arduas negociaciones de reconocimiento mutuo”.

En Estados Unidos el sistema pasó de la segregación racial a una clasificación étnica racial. “Todos conocemos la lucha histórica del pueblo afroamericano y chicano, en la década de 1960, la lucha por los derechos civiles. A pesar de lo que ganaron y que tienen un presidente negro, las diferencias existen. Los negros y latinos son el conglomerado más pobre y peor educado de EE.UU., no obstante que constituyen la tercera parte de la población”.

El estudioso indicó que la negociación con las minorías latinas, afroamericanas y asiáticas, ha sido en contextos puntuales y no ha existido una discusión nacional. Por el contrario, el gobierno ha impulsado para que la población se identifique “en uno de los casilleros: Blanco, negro, latino e incluso ya se emplean términos como blanco no hispano”.

Para el caso de América Latina se fusionaron las razas y culturas. Los migrantes de todas las nacionalidades se integraron con una asombrosa facilidad.

“Los hijos de los migrantes de cualquier parte del mundo se convierten en ciudadanos. Pero a pesar de la fuerza del mestizaje en toda América Latina, permanecen en la base de la sociedad, la minoría indígena y negra, que siguen siendo el estrato más pobre y discriminado desde la época colonial”.

Guadalajara, Jal., 4 de diciembre de 2009
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Abel Hernández
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas

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