30 por ciento de los niños en Jalisco mueren por ahogamiento

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De sobrevivir, los menores tienen graves secuelas neurológicas

En Jalisco el ahogamiento o asfixia por inmersión es la primera causa de defunción en niños entre cero y cuatro años. 70 por ciento de estos eventos sucede en el hogar, afirma la académica del Departamento de Salud Pública del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, Laura Báez Báez.

 La universitaria realiza una investigación en la que analiza los datos del Sistema Nacional de Información en Salud, de la Secretaría de Salud de 1998 a 2007, en el cual destaca que este tipo de accidentes suceden por mínimos descuidos de los papás o los adultos que se quedan a cargo de los menores y por falta de medidas de seguridad en casa.

 Influyen dos factores: que muchos papás dejan los depósitos de agua llenos o que estos no tienen tapas, candados o un buen sistema de sellado que evite que el niño caiga. El adulto puede estar cuidándolo bien pero cualquier momento en que este se desplace a contestar el teléfono o bien, para abrir la puerta, se puede propiciar que los menores lleguen hasta los aljibes, cubetas o tambos destapados con agua, explica.

 “Dichas eventualidades son fatales para los niños, pues corren el riesgo de morir y en caso de sobrevivir, quedan con graves secuelas neurológicas, como parálisis o retraso cerebral, lo que les impide seguir su vida con normalidad y los obliga a depender para siempre de otra persona”.

 Los incidentes ocurren en mayor medida durante los fines de semana y en época vacacional, periodos en que los niños pasan más tiempo en casa y en donde están más inquietos aunque la tendencia se mantienen todo el año, sobre todo en los más pequeños, pues hacen falta tan solo 10 litros de agua, lo equivalente a una cubeta a medio llenar, para que se ahoguen, pues debido a su peso es imposible que puedan quitársela o salirse de ella.

 De acuerdo a los datos calculados por Báez, el ahogamiento ocurre con mayor frecuencia en niños de hasta dos años, “los de tres y cuatro tienen un poco de menos riesgo pues están más grandecitos y se entretienen más fácil con otro tipo de actividades”.

 Un dato que les ha llamado la atención es que se ahogan más niños que niñas, quizás porque a los primeros las mamás les dan más libertades que a las “mujercitas”. El factor educación es un elemento que estan estudiando pero que creen que es determinante para que unos tengan menos vigilancia que otros.

 El estudio, con dos años de antigüedad, será continuado por la investigadora con el fin de retomar algunos casos de familias que han sufrido algún evento de este tipo con el objetivo de indagar las condiciones socioeconómicas y sanitarias en las que se desarrollan y complementar la información estadística.

Guadalajara, Jal., 29 de julio de 2009
Texto: Mariana González
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas