Un escenario de retrocesos vive la libertad de prensa en México

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La censura en México es más compleja, advierte especialista de la Universidad de Guadalajara

Un retroceso autoritario en materia de democracia y, por ende, de calidad del periodismo, es como la doctora María Elena Hernández describe el panorama actual en México, en el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, a celebrarse este martes 3 de mayo.
 
La investigadora del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), enumeró factores como las pésimas condiciones laborales en que trabajan los reporteros, quienes son contratados sin prestaciones y sueldos paupérrimos. Lo anterior aunado a la censura que ejercen las mismas empresas periodísticas, los gobiernos estatales o federal, así como el crimen organizado, afectan directamente la forma en que los profesionales del periodismo ejercen sus actividades cotidianas.
 
“La situación del ejercicio periodístico en México está relacionado con las condiciones sociales del país. Si hemos retrocedido a un sistema de país más autoritario no es extraño que el periodismo de signos de retroceso. La calidad del periodismo va en concordancia a la calidad de la democracia. Hoy los roles se han invertido, si bien el gobierno aún impone censura a los reporteros, también el crimen organizado. Pero lo peor es que el principal censor son ahora las mismas empresas periodísticas”, explicó la doctora en Tecnologías de la Comunicación por la Universidad de la Soborna de Paris, en Francia.
 
Recordó que en el informe más reciente de Freedom House 2016, respecto a la situación que guarda la prensa, y que se presentó apenas el 27 abril pasado, México retrocedió un lugar, al pasar del 63 al 64. “Es indignante pero no es nuevo. Tenemos más de diez años ocupando lugares vergonzosos en informes internacionales en materia de libertad de expresión”, apuntó la especialista, adscrita al Departamento de Estudios de la Comunicación Social (DECS), de la UdeG.
 
María Elena Hernández afirmó que la censura en México se ha complejizado. Históricamente era una censura gubernamental y empresarial, y desde hace una década hay un tercer patrón que manda: el crimen organizado, sobre todo en estados como Veracruz, Tamaulipas, Guerrero, entre otros.
 
“En Jalisco, el problema está en casa. La violencia que lleva a la censura y autocensura surge de las instituciones que son fuentes de información y de las empresas periodísticas. Un número de empresas dejó de preocuparse por la calidad de los productos periodísticos y las condiciones laborales de sus trabajadores. Hay algunas empresas que cometen constantemente injusticias contra sus propios trabajadores y ahora son los directivos quienes se ponen de acuerdo con los funcionarios para llevar la fiesta en paz”, afirmó.
 
Explicó que en 2015 hubo inestabilidad y desconcierto en el gremio periodístico jalisciense con el cierre de algunos medios de comunicación, y olas de despidos en otros. Asimismo, María Elena Hernández registró dentro de sus investigaciones, que hubo reporteros que fueron cambiados de fuente a petición de funcionarios o ubicados en otros medios, se optó por recortar prestaciones haciendo firmar nuevos contratos a los periodistas.
 
Actualmente, estimó, la antigüedad o experiencia de los reporteros se vuelve un problema y proliferan contratos de honorarios sin prestaciones. “Y desgraciadamente eso se está viendo como normal”, lamentó la especialista en relaciones prensa-Estado.
 
La integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), admitió que los medios, sobre todos los impresos, sufren de crisis económica aguda desde 2008 y no han sabido encontrar modelos de negocios que garanticen su funcionamiento, pero ni aun así se justifica que privilegien la utilidad por encima del interés social del periodismo.

 
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 2 de mayo de 2016

 
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Adriana González