


La nueva amenaza que habrá de enfrentar la Unión Europea (UE) es la del populismo y el ultranacionalismo. El brexit podría alentar el deseo de otros países por salir de esta asociación supranacional y abonar el terreno para más triunfos de personajes de ultra derecha que, de paso, encuentran aliento en la victoria electoral de Donald Trump en Estados Unidos.
A todo esto se suman otras amenazas como el terrorismo y las crisis migratorias en las que algunos países han alentado posturas xenofóbicas contrarias a los derechos humanos fundamentales, señalaron los participantes en la mesa de diálogo “La Unión Europea: ¿el fin de un sueño?”, coordinada por la doctora Laura Ibarra García, directora del Centro de Estudios Europeos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), dentro de las actividades de la 30 Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Señalaron que en últimas fechas se han encadenado victorias de candidatos populistas de extrema derecha que incluyen banderas anti-unión europea en sus programas, en países como Hungría, Suiza, Austria y Francia, y aunque no han triunfado aún, están creciendo en Dinamarca, Finlandia y Holanda.
“El populismo es efecto del déficit democrático. No supimos dar esperanza a una parte cada vez más importante de nuestra población europea porque hemos valorizado las teorías y políticas neoliberales en la UE y éstas dejaron fuera del desarrollo a muchas personas, no sólo en Europa, sino en todos los continentes. A esto se suma un problema de oferta política, porque se acabaron los partidos comunistas, que eran de los excluidos. Ya no existen. Y ahora ese voto de rechazo lo están tomando los populistas, la extrema derecha. Eso nos va a perjudicar en los próximos 15 o 20 años”, reflexionó Jean Rivelois, del Instituto de Investigación para el desarrollo de Francia.
Marianne Braig, profesora de Ciencia Política en el Instituto de América Latina (LAI), en la Universidad Libre de Berlín, coincidió en que existe un problema de representatividad política, y explicó que el descontento lo está capitalizando la derecha. Señaló que el brexit fue una muestra de esa tendencia de revertir las políticas de apertura y que esa tendencia aumenta en los países de la UE.
“Los socialdemócratas no han sido capaces de integrarse a su vieja base electoral. Además, los temas sociales desaparecieron de las discusiones públicas, se invisibilizaron, los perdieron de vista incluso los intelectuales. Se dio de forma entusiasta la lucha por la libertad de expresión, los derechos de la sexualidad, pero se ha opacado la agenda social, como por ejemplo la lucha por el salario mínimo”, añadió Braig.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 2 de diciembre 2016
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Abraham Aréchiga