Transición mexicana “de estira y afloja”

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Presentan libro “Control de convencionalidad y reforma constitucional en materia de derechos humanos”

México se encuentra en un proceso de transición política de un Estado legislativo de Derecho a un Estado constitucional de Derecho, y aunque el proceso ha sido periódico, con retrocesos y avances, el país sí se encuentra cambiando hacia esta fase cuyo pilar fundamental es la protección de los derechos humanos.
 
Así lo consideró el académico y jurista Santiago Nieto Castillo al presentar su libro Control de convencionalidad y reforma constitucional en materia de derechos humanos, en el auditorio Carlos Ramírez Ladewig del CUCSH, en el marco del Tercer Congreso Internacional de Ciencia Política.
 
Respecto al tema central del volumen que presentó, el también doctor y jurista afirmó que en México la transición jurídica se refleja no tanto en una nueva Constitución sino en una serie de reformas constitucionales de gran calado, como las de 1977, 1995, 1999, 2007, 2011 y la político electoral de 2012.
 
“A diferencia de la segunda ola de democratización, a mediados del siglo XX, que a final de cuentas fue una ola de reconstitucionalización europea, a partir de las cuales se generaron ciertos instrumentos, como el ombudsman, partidos políticos, reconocimiento de derechos humanos, magistraturas, entre otros, en México el proceso ha sido muy de ‘estira y afloja’, con retrocesos y avances”.
 
Nieto comparó la transición mexicana con las de otros países, destacando que a diferencia de casos como el de España o Portugal, donde la transición fue pactada, o en Colombia, donde ya se empiezan a ver los frutos del cambio, en nuestro país falta una transición política a la par de la jurídica para lograr una verdadera democratización.
 
Finalmente, dijo que a pesar de todo, México sí está en un proceso de democratización, pues de lo contrario no se tendrían las instituciones protectoras de “las reglas del juego” que vigilen la equidad de los procesos, como la CNDH, el Tribunal Electoral, las comisiones de Arbitraje, entre otros.
 
“El mexicano no es un modelo de ‘todo o nada’, sino un modelo gradual. Este país ha avanzado en la construcción de una cultura política  basada en los derechos humanos”, concluyó.
 
 
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 18 de julio 2015

 
Texto y fotografía: CUCSH