Selma Ancira recibió el premio de Traducción Literaria “Tomás Segovia” en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL). María Luisa Capella, viuda del escritor y traductor Tomás Segovia hizo entrega del galardón.
El premio fue otorgado por decisión unánime de un jurado encabezado por Daniel Divinsky. Es la primera vez que se entrega en el marco de la FIL.
Selma Ancira es una traductora peculiar con un decisivo acercamiento a la literatura rusa desde su infancia. Ha cimentado su trabajo en ese idioma y en el griego.
Durante su discurso, Selma Ancira señaló que el aprendizaje del traductor es constante. “Creo que buena parte de dicho aprendizaje consiste en leer a los grandes de la lengua de la que se traduce, pero sobre todo leer a los grandes de la lengua a la que se traduce. El lenguaje el instrumento de trabajo del traductor y es indispensable mantenerlo vivo. No dejar que se enmohezca. No permitir que se acartone o deteriore, enriquecerlo si el autor que traduces ha enriquecido el suyo”
“Cada autor pide ser traducido de manera distinta, cada uno dispone cómo hay que trabajar con él, que te sopla al oído lo que su literatura necesita. Eso lo aprendí con los años, traduciendo. Aprendí que tan importante como el diccionario es la convivencia con el autor. Leerlo y releerlo, leer los libros que él leía y también los que de él se han escrito. Adentrarse en sus cartas, diarios, en sus cuadernos de trabajo, visitar los lugares con él vinculados en busca de sus huellas”, dijo Ancira.
“He viajado mucho en busca de mis autores porque me gusta acercarme a ellos también a través de la geografía y traducir las palabras no sólo con la ayuda de una enciclopedia o un diccionario, sino echando mano de eso que te da el haber caminado las palabras, el haberlas recorrido, respirado, paladeado. Los sonidos entonces se llenan de contenido y la traducción, en mi caso, se enriquece”, agregó la traductora de autores como Anton Chéjov, Nicolai Gogol, Leon Tolstoi y Alexander Pushkin.
Aclaró que hay que seguir al autor de muy cerca, pero sin caer en la esclavitud, “porque cuando uno se esclaviza la música se queda indefectiblemente a la zaga del texto original”.
Presidieron el acto Raúl Padilla López, presidente de la FIL; Martha Cantú, directora del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca); Joaquín Díez-Canedo, director del Fondo de Cultura Económica (FCE); así como Daniel Divinsky, Angelina Muñiz y Cecilia García Huidobro, miembros del jurado que le otorgó el premio a Selma Ancira.
Por su parte Raúl Padilla López explicó que la FIL en colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Fondo de Cultura Económica (FCE) ha instituido el premio de traducción literaria en honor a uno de los más grandes escritores y traductores en la lengua española: Tomás Segovia.
El motivo es reconocer anualmente a los traductores que se han destacado por su contribución a la divulgación literaria y cuenten con una amplia trayectoria de traducción en cualquier género literario.
“La traducción es una labor medular para la difusión literaria. La traducción es un espejo cultural, algo que trasciende la mera mecánica sustitución de las palabras de uno a otro idioma. Es creación”, dijo el presidente de la FIL.
Marta Cantú externó que el premio Tomás Segovia hacía falta en el contexto de la cultura mexicana actual, por tanto “Ahora queremos que se vuelva necesario. El inicio de este premio no podía ser mejor [que con] Selma Ancira, traductora mexicana del griego y el ruso, quien vive en Barcelona desde hace tiempo es la merecedora del galardón”.
Guadalajara, Jal., 26 de noviembre de 2012
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Abraham Aréchiga
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas
Selma Ancira recibe el premio Tomás Segovia
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