Rius dejó un legado de formación política en los mexicanos: Armando Casas

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Inauguran el Salón del Cómic y Novela Gráfica en la FIL

El legado de Eduardo del Río “Rius” en la formación política de los mexicanos es innegable. Su trabajo permeó en una sociedad que quería aprender “con monitos”. Al grado de que obras de este caricaturista, como La trukulenta historia del kapitalismo, fue adoptada como libro de texto en el bachillerato de la UNAM; o Marx para principantes, que ha sido incluido en la colección inglesa “For Begginers” como el título para enseñar al mundo la doctrina del Padre del comunismo; o La panza es primero, que fomentó buenos hábitos alimenticios en las familias.
 
Estas reflexiones fueron compartidas por el intelectual y cineasta Armando Casas, director del documental Rius para principiantes, en un diálogo que sostuvo con el periodista Mariño González, durante la inauguración del Primer Salón del Cómic y Novela Gráfica, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
 
Casas señaló que la educación de los mexicanos no sólo estuvo en manos de la televisión, sino que en la segunda mitad del siglo XX la historieta llegaba a las masas. Rius se encargó de la formación política de los mexicanos y Yolanda Vargas Dulché (autora de Lágrimas y risas, y de Memín Pinguín), de la formación sentimental.
 
“Rius formó didácticamente porque era un país de analfabetos. Por eso fue fundamental. La gente quería aprender viendo monitos. Y él transmitía conocimiento. Gradualmente, fue usando más textos que dibujos, y la gente se acercaba a sus títulos. Siempre desde una posición política clara, y casi le cuesta la vida ser un caricaturista crítico, pues en tiempos de Díaz Ordaz le armaron un connato de fusilamiento que, afortunadamente –a decir de Rius–, sólo afectó a sus calzoncillos”, explicó el también director de TVUnam.
 
Agregó que Rius es considerado como el padre de una notable generación de caricaturistas como Hernández, Helguera, El Fisgón o Rocha, entre muchos otros.
 
Enfatizó que el cómic no debe de ser visto como un género menor. Prueba de ello es que algunos han ganado el Premio Pulitzer, y que algunos ejemplares de la historieta de Fantomas, la amenaza elegante, tuvieron el privilegio de que su guion fuera escrito por el mismo Julio Cortázar.
 
“Históricamente, la novela gráfica y la historieta siempre estuvieron tratando de ser aceptadas en el mundo de las artes visuales, pero fueron consideradas menores. En cambio, en el mundo de la literatura ha sido aceptada de forma notable y tenemos ya un espacio natural donde nadie tiene que sentirse avergonzado de leer historietas, sino sentirse orgulloso de entender este mundo”, abundó Casas.
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 30 de noviembre de 2017

 
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Gustavo Alfonzo

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