A 23 años de su fallecimiento, ocurrida el 16 de enero de 1988, amigos, familiares y autoridades universitarias, encabezadas por el Rector general de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, rindieron esta mañana un sentido homenaje luctuoso y una ofrenda floral al pie de su estatua a quien fuera uno de los personajes importantes que impulsaron la refundación de la Universidad: Constancio Hernández Alvirde.
Fue el presidente del Colegio de Notarios del Estado de Jalisco, Manuel Bailón Cabrera, quien resaltó las cualidades que lo distinguieron como uno de los ideólogos más importantes que ha tenido la máxima casa de Jalisco, sobre todo “en los tiempos álgidos en los que era menester tener una posición ideológica clara y definida, pues nuestra Universidad es de acción y pensamiento, frente a aquellas que se fueron por el espiritualismo”.
“Con el lema universitario pensamos y trabajos. Nos enseñó que en los seres humanos existe una razón de ser, que es la razón de trabajar y ser más y mejores. Como director de la facultad de derecho nos enseñó cómo deben hacerse las actividades económicas asociadas, y que nunca hay que arrepentirnos de lo que debimos hacer. Él es una guía espiritual e ideológica para quienes somos notarios, sobre todo por su conducta vertical y nunca entregarse a intereses económicos o sociales”.
Le tocó al nieto de Constancio Hernández Alvirde, Alejandro Romero Hernández, recordar su nacimiento, el 4 de diciembre de 1901, su apego a la familia, su calidez como hombre de familia, así como su paso como profesor en la escuela de Derecho, su paso como notario, y sobre todo como diputado local, miembro de la Comisión redactora de la nueva Ley orgánica de la UdeG en la que promueve con éxito su reapertura el 1 de diciembre de 1937 y nombrado Rector general.
Fue también jefe del Departamento de Educación Pública en la administración del gobernador Silvano Barba, en la cual trasformó a la UdeG en departamento universitario. Durante su gestión como trigésimo rector, de 1937 a 1940, fueron aplicados lo lineamientos de la educación socialista en la vida académica universitaria y estableció la titularidad de la representación estudiantil ante el Consejo General Universitario. En 1972, la Universidad de Guadalajara le confirió el grado de doctor honoris causa por su dedicación y compromiso.
Guadalajara, Jal., 16 de enero del 2011.
Texto: Juan Carrillo
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas
Recuerdan a Constancio Hernández Alvirde a 23 años de su muerte
Encabeza el Rector General una guardia en su honor
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