Colaboran en el dossier de Luvina Laura Ayala, crítica de arte; Carlos Ashida, curador y arquitecto; Ernesto Lumbreras, escritor y poeta, y el arquitecto Antonio Riggen, quienes hablaron del legado que ha dejado el artista a su paso.
“Mi primer encuentro con Fernando fue hace 40 años en una fiesta infantil de una de sus hijas”, relató Riggen. Opinó que lo que distingue a González Gortázar de otros arquitectos es que “superó a sus antecesores para provecho propio, y ha sabido nutrirse de otras artes”.
El también arquitecto y curador Carlos Ashida mencionó que a González Gortázar “se le debe la instrucción de conceptos como el de la protección del patrimonio arquitectónico. “Él abrió nuevos cauces de expresión y libertad, y de cuidar los paisajes naturales. También es responsable de fusionar lo arquitectónico con lo escultórico”.
Laura Ayala en su ensayo, titulado “La danza en la escultura de Fernando González Gortázar”, elogió la plasticidad en los cubos sobrepuestos en su obra.
Esculturas de González Gortázar en abandono, así lo dijo el escritor y poeta Ernesto Lumbreras. Dijo que es por el grafitti y “no se escucha el murmullo del agua en algunas de sus obras más representativas”.
Homenajes en Luvina
En la presentación también estuvo la directora de Luvina, Silvia Eugenia Castillero, quien mencionó que el número habla de José Emilio Pacheco, Juan Gelman y Octavio Paz.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco
Guadalajara, Jal., 19 de febrero de 2014
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Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Adriana González
Edición web: Andrea Martínez