Hugo Gutiérrez Vega fue motivo de un homenaje por parte de la Universidad de Guadalajara, en el que participaron autoridades federales de cultura, de la propia UdeG y escritores. En la ceremonia, realizada en el paraninfo Enrique Díaz de León, recibió de parte de la Casa de Estudio un reconocimiento “al poeta, ensayista, maestro y embajador, en la celebración de sus 80 años de vida, como homenaje a su destacada trayectoria humanística”.
Gutiérrez Vega, tras escuchar las palabras de los participantes y de recibir el reconocimiento de manos del Rector General, maestro Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, dijo estar agradecido con la UdeG y compartió los recuerdos de Guadalajara y Lagos de Moreno, que le generaron las palabras de los oradores: el camino de la parroquia a la botica, el patio de la abuela y la clase de literatura en su universidad; recordó la Guadalajara de 300 mil habitantes y la colonia Laffayette.
El actual director del suplemento La Jornada Semanal, rememoró también su paso por la diplomacia y compartió algunas anécdotas de Francia y el recuerdo de escritores. Han pasado muchos años, dijo; e hizo referencia a las limitaciones de salud y bromeó sobre las sillas de ruedas con el escritor Fernando del Paso, quien asistió al homenaje.
El poeta hizo referencia e ironizó sobre la reciente inclinación de la “Huesuda” por los poetas (Juan Gelman y José Emilio Pacheco, entre otros). Aunque, afirmó, la muerte es solo una anécdota más, lo que tiene importancia es lo que se ha vivido y lo que hoy he escuchado. Tras leer un poema de los que escribió durante su estancia en Grecia, y apoyado en la mejor definición de lectura que ha encontrado, pidió que le sigan hablando los muertos y los vivos lo sigan leyendo.
La semblanza del homenajeado fue dada por el Rector General y por el doctor Héctor Raúl Solís Gadea, Rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH); quienes destacaron el trabajo académico y la difusión de la cultura (en la UNAM y en suplementos periodísticos), su labor diplomática, su poesía, traducida a otros idiomas y los reconocimientos que le han otorgado en Italia, España y México, entre otros.
Bravo Padilla destacó el vínculo de Gutiérrez Vega con la máxima Casa de Estudio de Jalisco: como impulsor de Radio UdeG, además de que una biblioteca y una cátedra llevan su nombre; señaló también su participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), licenciado Rafael Tovar y de Teresa, acentuó el reconocimiento que hizo la UdeG en Guadalajara, ciudad donde Gutiérrez Vega empezó a buscar la palabra. Hizo referencia al Premio Nacional en Ciencias y Artes 2013, en Lingüística y Literatura, como un merecido reconocimiento a la importante labor que ha desarrollado el homenajeado en la cultura, la diplomacia, el periodismo y la academia.
Destacó de Gutiérrez Vega su sencillez y humor. Representó a México como otros hombres de cultura lo hicieron, como Octavio Paz y el propio Fernando del Paso, entre otros. Las estancias en el extranjero le permitieron mirar a México, nutrir la cultura y abrir vías de intercambio, señaló.
Por su parte el escritor Juan Domingo Argüelles dijo que el homenajeado enseñó a lectores y poetas a hablarle de tú a la poesía, con gente que anda en las calles y con humor, donde no hay piruetas para impresionar, sino solo comunicación y comunión. El escritor Marco Antonio Campos hizo alusión a su memoria, a su gusto por el teatro, el cine y a su ejemplar honradez. En poesía, dijo, buscó la sencillez, fue un poeta viajero de pueblos y países, pero llevó siempre con él a Guadalajara y Lagos de Moreno, las ciudades de su infancia.
Al acto, denominado “En voz alta… Homenaje a Hugo Gutiérrez Vega”, acudió la esposa del homenajeado, Lucinda Ruiz, el escritor Fernando del Paso y el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, entre otras personalidades y público en general.
A T E N TA M E N T E
“Piensa y Trabaja”
“Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco”
Guadalajara, Jal., 20 de febrero 2014
Texto: Lucía López
Fotografía: Abraham Aréchiga