Adolfo Rodríguez Gallardo se definió a sí mismo como “un privilegiado” por los padres, profesores, familia, colaboradores y compañeros que ha tenido a lo largo de su vida, por lo que emocionado hasta las lágrimas recibió este mediodía de manos del Rector general de la Universidad de Guadalajara, Marco Antonio Cortés Guardado, el pergamino que lo hace merecedor al Homenaje al Bibliotecario, que desde el año 2002 entrega la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Luego de leer una semblanza de su vida que él mismo preparó, el director general de Bibliotecas de las UNAM definió ante el auditorio lo que consideró el valor que todo bibliotecario debe tener e imprescindible en su función: el libre acceso a la circulación de las ideas. “No debe ningún bibliotecario dejarse imponer por alguna idea ni censura nada. Debe propiciar el libre acceso a la información, ya que eso nos puede conducir a censurar y a coartar la libertad de los individuos”.
Agregó que “la biblioteca pública es la joya de la corona”. Ya que es ahí y desde ahí donde un pueblo se enriquece por el flujo de las ideas. Sin las bibliotecas, dijo, es impensable el desarrollo económico de un país; o sería lento, tortuoso e incierto, pues la información es capital. “No podemos concebir una sociedad sin contar con bibliotecas para avanzar, ya que eso nos hace más cultos, críticos y democráticos. Además las bibliotecas apoyan la investigación y propicia encuentros sociales”, indicó.
Le correspondió al presidente de la FIL, Raúl Padilla López, ser el primero en reconocer los 40 años de labor ininterrumpida de Rodríguez Gallardo y su trabajo “que ha sido clave en la bibliotecología en nuestro país, sobre todo dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pues tiene a su cargo más de siete millones de volúmenes. Es un privilegio para todos nosotros reconocerlo por su extensa y fructífera trayectoria”.
Fue su colega y compañera de trabajo, Estela Morales, a quien le tocó preparar un perfil del nacido en Piedras Negras, Coahuila, y quien estudió la licenciatura en historia en El Colegio de México, la maestría en bibliotecología por la Universidad de Texas y doctor en Pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Desde 1976 impulsó la realización de trabajos de investigación en la máxima casa de estudios del país, donde estableció un programa que culminó con la creación del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas.
Rodríguez Gallardo es además miembro activo de diversas asociaciones bibliotecarias: es parte de la Junta de Gobierno de la Federación Internacional de las Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA, por sus siglas en inglés), donde representa a la región de América Latina.
Guadalajara, Jal., 1 de diciembre de 2010.
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Francisco Quirarte
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas