En el manejo de las áreas naturales, con actividades como la reforestación, o ante fenómenos como los incendios, es raro que evalúen dichos impactos en la conducta de los animales silvestres, dijo el investigador del Departamento de Ciencias Ambientales, de la UdeG, Guillermo Barba Calvillo.
El académico añadió que el grado de agresividad, los hábitos alimenticios, la distribución y reproducción de mamíferos, reptiles, aves y otros animales, pueden ser alterados por el estado de salud del ecosistema o las modificaciones que generan las actividades antropogénicas.
Por este motivo, investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la UdeG, impulsan el desarrollo de una línea de investigación poco estudiada en México: ecología de la conducta, que abarca aspectos relacionados con la psicología, la biología y la ecología.
La idea surgió hace cinco años. Barba Calvillo ya realizó un primer proyecto, en el cual estudió el comportamiento de aves acuáticas migratorias y residentes con variables ambientales. Actualmente, correlacionan los efectos de la humedad, la temperatura, el ph del agua y la vegetación, en tales especies.
Este trabajo permite abrir nuevas opciones para estudiantes de licenciatura y posgrado, y responder a una nueva forma de ver los problemas ambientales, sobre todo por la influencia de las actividades humanas, las condiciones naturales o fenómenos como el cambio climático.
Dijo que es difícil el estudio de esta línea, por el poco conocimiento existente. Además, son necesarios muchos años de estudio, registros y modelos gráficos. Es indispensable también adaptar o formular nuevas metodologías de psicología, para estudiar modelos ecológicos, y viceversa.
“Se pretende adaptar hasta software y programas para la evaluación ecológica, a fin de correlacionar los efectos de la temperatura y otras variables en la conducta reproductiva, de distribución o violencia, tanto en animales silvestres, como a futuro en los urbanos”.
Barba Calvillo destacó que con esto buscan innovar la forma de ver la conservación y el manejo de las áreas naturales, incluso para una mejor toma de decisiones en torno a las acciones humanas sobre los ecosistemas, a fin de que no afecten el comportamiento de los animales.
Guadalajara, Jal., 21 de agosto de 2008
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas