


El campamento tortuguero de la Preparatoria Regional de Puerto Vallarta, en su sexta temporada de actividades, se ha convertido no solo en uno de los más importantes de Jalisco en su género, sino que representa un recurso fundamental para la comunidad del municipio de Cabo Corriente, en que está ubicada, y además un centro integral de aprendizaje para sus alumnos.
Gracias a la labor de Israel Llama González, encargado del campamento, y de los estudiantes de este plantel de la Universidad de Guadalajara, en los 12 kilómetros de playa de su competencia en la localidad de Maito, se lograron proteger en 5 temporadas a 379 mil 924 huevos y 3995 tortugas madres, con un promedio de 50 mil crías liberada cada año.
Además del impacto favorable en la conservación de la especie, lo anterior constituye una afectación al mercado negro de alrededor de 8 millones de pesos, ya que los huevos de tortuga se venden ilegalmente a 10 pesos cada uno y el estofado de tortuga a 2 mil pesos.
En lo que va de esta temporada, se han registrados 420 nidos, cuyo promedio es de 95 huevos cada uno. “Tenemos un porcentaje de eclosión del 82%, cuando en condiciones naturales es del 70 %”, explicó Llamas González.
Trasladar los nidos del lugar donde los deponen las tortugas al corral de incubación, permite protegerlos tanto de los saqueadores como de los animales selváticos. Además el liberar las crías de forma controlada, evita que sean presa de aves y coyotes.
El encargado del campamento dijo que en Maito desovan 3 de las 4 especies que pueblan las costas jaliscienses, es decir la golfina, la negra y la laúd, mientras la única que no visita esta playa es la carey. En el Estado existen 14 campamentos tortugueros registrados, 3 son de la UdeG.
En cuanto a la gente del pueblo, comentó que “en un principio la desconfianza fue muy notoria, nosotros llegamos como UdeG con el respaldo del Ayuntamiento, entonces la gente lo ve como Gobierno y lo identifican como prohibición, por lo que fue muy poca la gente que nos brindó apoyo”.
Sin embargo agregó que “poco a poco se han ido involucrando todos, y ahora nos traen nidos de la playa, ya conocen el trabajo que hacemos y nos apoyan”. El buen clima de convivencia con los habitantes de la localidad se ha ido generando debido también a las aportaciones que la Preparatoria hace al pueblo.
“Tanto los pequeños comercios como la gente que maneja diferentes tipos de servicios, se ven beneficiados por nuestra actividad, ya que traemos grupos de estudiantes de diferentes Universidades, por lo que hay una fuerte derrama económica en la tienditas, para los restauranteros y los lancheros que organizan excursiones”, explicó Llamas.
Además la UdeG apoya con agua para la purificadora, con enseres para el kínder y la escuela primaria, con medicinas para el centro de salud y donando a la comunidad arboles que produce en su vivero.
Aparte de todo eso, el campamento contribuye a una formación integral de los alumnos: “es un laboratorio de ciencias aplicadas, porque aquí ven biología, geografía, algo de matemáticas y física”, comentó el director de la Preparatoria de Vallarta, Dr. Armando Soltero.
Agregó que “es mucho de convivencia entre compañeros, entonces tiene inclusive un aspecto humanístico muy importante, además los muchachos tienen una actividad permanente, también recreativa y deportiva.
“Es un proceso completo, yo creo que aprenden más de ecología y de educación ambiental aquí en un fin de semana, de lo que pueden aprender en un año dentro de cuatro paredes”, concluyó.
Guadalajara, Jal., 25 de octubre de 2010.
Texto: Alberto Spiller
Fotografía: Prensa UDG
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas