El olvido en el que el gobierno federal ha dejado al sector agropecuario y forestal podría ser paliado con una mayor integración de los productores y con efectivas asesorías empresariales y de actualización tecnológica por parte de las instituciones públicas, incluidas las universidades.
Así lo consideró Margarita Franco, coordinadora de la carrera de Agronegocios del Centro Universitario de los Valles (CUValles) con sede en Ameca, quien dijo que a pesar de que durante el primer semestre de 2008 hubo un incremento significativo en los precios de sorgo, soya y maíz –hasta cuatro mil pesos por tonelada con la paridad peso-dólar anterior- en el último mes los precios han sido reducidos en 50 por ciento.
Si bien, la devaluación del peso ha ayudado en ciertos rubros a mitigar la situación, esta no ha sido suficiente. Por ejemplo, para aquellos que se endeudaron en la compra de insumos para la producción como los fertilizantes, semilla de buena calidad y paquetes tecnológicos, con la expectativa de obtener mejores ingresos, “la perspectiva económica actual y el incremento de precios pueden provocar retrasos en los pagos, lo que hundiría más a los productores”.
Dijo que cualquier crisis trae consigo también oportunidades de negocios, sin embargo, para que el sector agropecuario tenga mas oportunidad de crecimiento, las políticas públicas tendrían que lograr que los productores agropecuarios y forestales desarrollen capacidad para producir con ventajas en comparación con otras regiones y generen excedentes para su exportación a otros estados y al mercado internacional.
Explicó que en México uno de los principales problemas que enfrenta el sector es la falta de asociaciones que ayudarían a que los productores tengan mayor competitividad, situación que no se logra en Jalisco pues prevalece la visión a corto plazo.
“La producción en el sector es carente de planeación. Esto provoca muchos desequilibrios en el mercado. Tenemos un uso limitado de tecnologías, la estructura organizativa es familiar y carece de visión empresarial estratégica. Podemos planear la producción siempre y cuando estemos organizados por cooperativas. Las universidades e instituciones de gobierno podemos capacitar a los trabajadores del campo y hacer que sean mas participativos y modifiquen su visión”.
Franco, afirma que los agricultores no pueden salir por sí mismos sino que necesitan asesoría de las instituciones. “Las políticas públicas y el dinero pueden estar pero hace falta una interacción real en tiempo y forma para que ese dinero llegue a los productores. Es difícil hacerles entender que esos recursos no son para que lo gasten sino para que lo inviertan en tecnología. Como es a fondo perdido y no tienen que regresarlo, suelen gastarlo en camionetas del año o viajes con la familia que no tienen nada que ver con el desarrollo o tecnificación de sus parcelas.
La funcionaria comentó que como parte de sus actividades de vinculación los estudiantes de la licenciatura en agronegocios se acercan a los productores para realizarles un diagnóstico, para integrarlos en cooperativas o sociedades de producción rural, diseñar un plan de negocios. Hasta ahora tienen proyectos en municipios como Ahualulco, Etzatlán, Ameca y Teuchitlán.
Guadalajara, Jal., 12 de enero de 2009.
Texto: Mariana González
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas