


Las historias que se cuentan en la pantalla grande no siempre relatan la ficción, también son escaparates para contar realidades; y eso lo sabe Abraham Escobedo-Salas, quien recientemente fue reconocido en el 40 Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) por su trabajo en el documental En el fin del mundo.
Este largometraje sigue la historia de Cecilio, una persona adicta que enfrenta los prejuicios de la sociedad y quien busca una mejora en su vida en Lisboa; aunque el sistema no le ofrece las oportunidades ideales.
“A lo largo de la película vemos sus intentos por salir de esta situación, pero también nos damos cuenta de que no sólo es una situación de ‘echarle ganas’, sino que hay muchos asuntos que tienen que acompañar a esta persona para que esto sea posible”, detalló Escobedo-Salas, director de la película y egresado del Departamento de Imagen y Sonido (DIS) del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la UdeG.
En la reciente edición del FICG, En el fin del mundo obtuvo el Premio Fipresci que otorga la Federación Internacional de Prensa Cinematográfica a los mejores cortometrajes y largometrajes en competencias y festivales internacionales de cine, además de recibir una Mención honorífica en la categoría Hecho en Jalisco.
En el fin del mundo cuenta con escenas grabadas en Lisboa, Portugal, donde Abraham conoció a Cecilio, protagonista de su historia y con quien forjó una relación amistosa en un entorno violento con pocas oportunidades para el desarrollo.
“Es una realidad cruda, tal cual, pero en la película intento mostrar que también hay dignidad en cualquier tipo de vida. Hay personas que intentan salir adelante, sobrevivir, compartir y tener esos momentos de comunidad que hacen justamente a la vida más tolerable, más soportable”, indicó.
Abraham comentó que durante la filmación de En el fin del mundo no sólo se acercó a la historia de Cecilio, sino que también fue una oportunidad para conocer otras realidades y mostrarlas a otras personas a través del cine.
“En primer lugar, fue una experiencia de vida; fue atravesar todos esos momentos, darme cuenta de muchas situaciones que están lejos del ojo público y, al final de cuentas, se trata de eso, de ponerse en los zapatos del otro por un momento”, compartió.
Para el realizador, mostrar su trabajo en certámenes internacionales como el FICG le ha servido no sólo para promocionar películas como En el fin del mundo, sino que también son espacios donde los involucrados en el cine pueden enviar mensajes que trascienden las pantallas.
Durante la ceremonia de clausura del FICG 40, Escobedo-Salas recibió el Premio Fipresci con un llamado al alto al genocidio en Palestina, ondeando la bandera y enviando un mensaje a la prensa para visibilizar la violencia que se vive en la Franja de Gaza.
“Hay que tener de todo en el cine; sí, hay que tener películas que te entretengan, pero también películas que te despierten la mente, que te prendan la flama de querer justicia, de querer justicia por los de allá, por los de acá, por todos”, precisó.
El director adelantó que ya trabaja en fortalecer la distribución de su largometraje Breaking la vida y de En el fin del mundo, además de que tiene en puerta la creación de un par de documentales más y una película de ficción.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 27 de junio de 2025
Texto: Pablo Miranda Ramírez
Fotografía: Iván Lara González