


A pesar de que cada vez son más las mujeres que pueden formar parte de las fuerzas armadas de sus países, aún existen limitantes y obstáculos que no les permiten gozar de los mismos derechos y protecciones que los hombres.
Los principales obstáculos son en materia de roles de género con falta de políticas de equidad de género, falta de reclutamiento, impedimentos al interior de las instituciones, ascenso restringido, limitantes estructurales culturales, acoso y violencia sexual, así como mecanismos de protección deficientes, expresó la doctora Dainzú López de Lara Espinosa, al impartir la conferencia “La participación de las mujeres en las operaciones de paz de la ONU”, organizada por el Centro Universitario de los Altos (CUAltos) de la UdeG.
“La presencia de las mujeres en las fuerzas armadas es un hecho, pero no cuentan con las mismas posibilidades para acceder a puestos de mando. Su papel continúa siendo secundario bajo supervisión masculina”, declaró la también profesora investigadora de tiempo completo en el Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y candidata al Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt.
Explicó que debido a la presión internacional, muchos países han abierto las puertas a las mujeres a sus fuerzas armadas, aunque sigue siendo simbólico, ya que no se da un impulso real a su incorporación total y se requiere un cambio en la cultura organizacional.
“La situación actual de las mujeres dentro del ejército resulta paradójica, ya que no representan los valores de las fuerzas armadas”, dijo la especialista en áreas naturales protegidas, estudios sobre género, poder y dominación, América del Norte y América Latina.
López de Lara Espinosa indicó que dentro de los Estados democráticos las fuerzas armadas deben de representar los valores de la sociedad, eso implica reconocer a la otra mitad de la población, superar los estereotipos de roles de mujeres y hombres para que sea realmente representativa de sus valores una institución tan vital para la seguridad colectiva.
“Más de 36 mil mujeres oficiales, pilotos aviadores, enfermeras, mecánicas, paracaidistas, de infantería, soldados y comunicaciones navales forman parte de las fuerzas armadas de México. Hoy, de los 321 generales de brigada del Ejército mexicano, cuatro son mujeres, 24 coroneles, mil 307 tenientes y 16 mil 890 soldados. La Secretaría de la Defensa Nacional reporta 25 mil 395 mujeres y 188 mil 762 hombres; la Secretaría de Marina poco más de 11 mil mujeres”, informó.
Puntualizó que incluir a las mujeres en las fuerzas armadas ha sido el resultado de cuatro vectores: el político, que propicia el reconocimiento de la mujer y la igualdad entre los ciudadanos; el laboral, que permite y acepta la igualdad con respecto al trabajo sin discriminación; el sociológico, donde se asume una aproximación en los roles tradicionales que corresponden a cada sexo y una mayor equiparación de funciones y tareas; y el militar, que va propiciando una mayor profesionalización del personal y, por lo tanto, un modelo de carrera y un mayor atractivo de reclutamiento.
Atentamente
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Guadalajara, Jalisco, 22 de septiembre de 2021
Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Cortesía CUAltos