Con una ovación de pie, de los cerca de 9 mil asistentes, en su mayoría jóvenes, que gritaban ¡Guillermo, Guillermo, Guillermo!, se llevó a cabo la tercera y última Master Class “De Geometría a La forma del agua”, impartida por el cineasta tapatío Guillermo del Toro, en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG 33), misma que se extendió por casi tres horas en el Auditorio Telmex.
Del Toro dijo a los jóvenes que es muy terco y ese es el deber de un artista. y por ello él no hace lo que le encargan, hace lo que quiere. Con 30 años en el cine y 25 como director, recordó que ha escrito cerca de 25 guiones, que implican el trabajo de un año cada uno.
“Hay 10 películas que se han escrito y no se han filmado, lo que quiere decir que tengo una década perdida. Mis producciones favoritas son: La forma del agua, El espinazo del Diablo y El laberinto del fauno. Mis películas no se entienden fácilmente, tuvieron que crear su continuidad para que se entiendan en un contexto”, señaló el ganador del Óscar 2018, a Mejor Director y Mejor Película.
Explicó que el mayor miedo de directores jóvenes es dirigir actores, por lo que aconsejo dirigir a un lado de la cámara, ya que desde ahí, el actor sabe que está siendo observado y hace que haya un vínculo fuerte entre ambos.
“Voy a tomar este año para preparar, producir, viajar y que se haga en México, cine con directores nuevos”.
En la sesión de preguntas y respuestas, los jóvenes, muchos de ellos de otras entidades del país también le solicitaron un consejo y hasta un abrazo. Abraham Bravo, quien vino desde Colima y durmió afuera de la sede del evento, agradeció su trabajo, al que calificó de ser un manifestó a la creación libre y quiso saber cómo hace para que la magia y la inspiración continúe.
“Porque soy mexicano, esa es la respuesta a muchas chingaderas, porque hacerla, siendo mexicano está cabrón, pero cuando la haces, la haces para todo. Nosotros crecemos y es una máquina de moler carne, caemos unicornios, chivas, vacas, todo lo que cae se muele, pero cuando sales de la maquina encabronado y con machetes no nos para nadie”.
Ante la pregunta de por qué decidió rechazar dirigir Harry Potter, explico que a él le encantaban los libros, le parecía hermoso, pero quería historias más oscuras y considera que todo pasa por una razón y en lugar de hacer un cuento de hadas de alguien más, realizó El laberinto de fauno.
Sobre cómo fomentar que la gente vea el cine mexicano, señaló que antes era más difícil y hay terreno ganado, con festivales, y el cine debe ser algo en lo que nos reconozcamos y se refleje la identidad sin necesidad de ser folclórico.
“Debe ser un reconocimiento emocional, circunstancial y cuesta mucho trabajo romper los pequeños núcleos de la gente, que dice no ver cine mexicano, hay que seguirlo haciendo y seguir hablando de él”.
En la charla moderada por el crítico de cine, Leonardo García Tsao, el cineasta se comprometió a regresar a Guadalajara para impartir dos seminarios, uno en diseño de producción y otro en diseño de criaturas, para dar a conocer cómo se hacen de principio a fin.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 12 de marzo de 2018
Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Abraham Aréchiga