A nivel experimental UdeG aplica células madre en lesiones de médula espinal

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Estudiosa de la UdeG habla sobre estas células, las cuales favorecen la recuperación o regeneración de un órgano dañado

Investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara, realizan estudios experimentales con células madre en lesiones de médula espinal, y han tenido “resultados exitosos” en etapas agudas, a nivel torácico y lumbar, ocasionada por traumatismos.
 
La jefa del Departamento de Biología Celular y Molecular del CUCBA, doctora Graciela Gudiño Cabrera, apuntó que en experimentos, al trasplantar células madres, han logrado “mejoras considerables” en la recuperación funcional y morfológica ya que promueven la regeneración y evitan tanto la muerte de las células como la formación de cicatrices que impide la reconexión neuronal.
 
Ayer martes por la noche, la académica participó en el ciclo de conferencias: “Ciencia desde lo básico”, en la Librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica, efectuada el primer martes de cada mes, en esta ocasión con el tema: Células madre en el cerebro.
 
Durante una entrevista previa, Gudiño Cabrera dijo que las células troncales —más conocidas como madre—, tienen la capacidad de autorenovarse, es decir, pueden hacer copias de ellas mismas o convertirse en alguno de los 220 tipos de células del cuerpo, como son neuronas, cardiomicitos, hepatocitos, células musculares, etcétera.
 
Hay varios tipos de células troncales, que dependen de su desarrollo y diferenciación: totipotenciales, multipotenciales, pluripotenciales y unipotenciales. Las primeras dos están en etapa embrionaria, y las segundas tienen capacidad menor de diferenciación y se encuentran en etapa adulta.
 
Las células no diferenciadas pueden ubicarse en casi cualquier parte del organismo: corazón, hígado, páncreas, sistema nervioso central o músculos; están en nichos y esperan señales, (enfermedad o estrés) de “células contiguas” para actuar: Si están en el hígado se van a convertir en células hepáticas. Una de las más estudiadas son las correspondientes a la médula ósea, para tratar la leucemia.
 
Tales células, de forma natural, reparan y regeneran órganos y sistemas, aunque “no siempre sucede, porque hay muchas condiciones que tiene el órgano o sistema dañado, que no permite que esto se dé al 100 por ciento”, comentó Gudiño Cabrera. En el mundo hay estudios clínicos experimentales en células de corazón, hepáticas, páncreas, entre otras. Es posible que a corto plazo, pueda darse un tratamiento directo a personas con estas células para curar diversas patologías o lesiones.
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 4 de noviembre 2015

 
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Abraham Aréchiga