Para combatir la delincuencia y el narcotráfico de manera eficaz, resulta vital modificar la vía. No puede ser mediante acciones represivas, ni con más soldados en la calle, ni intentos de cooperación como el Plan Mérida (entre México-Estados Unidos), afirmó el diputado federal Enrique Ibarra Pedroza.
La violencia en México es fruto de la injusticia, desigualdad social y la pobreza, ya que 78 millones de personas padecen uno o varios niveles de pobreza (alimentaria, patrimonial y de capacidad), agregó durante la mesa “El ejército mexicano y los derechos humanos en México”, realizada este viernes en la Universidad de Guadalajara.
Planteó como una necesidad fortalecer los derechos humanos. “Nadie, ni el ejercito, ni las fuerzas armadas, pueden estar exentas de apegar su conducta, su actuación, a un estado democrático de derecho. Tenemos que exigir que haya rendición de cuentas de todas las instituciones, y sobre todo, de las garantes de nuestra seguridad e integridad”.
Ibarra Pedroza indicó que la política de involucrar al ejército en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico ha deteriorado la relación de éste con la sociedad. “El ejercito tiene un gravísimo desgaste ante los ojos de la gente”, pues si algunas comunidades clamaban su presencia, ahora piden su salida.
De acuerdo con cifras de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en lo que va del actual sexenio, las quejas por abusos o presuntos abusos de militares a civiles, aumentó 400 por ciento. En 2006, hubo 188 quejas, para 2008 creció a mil 143, mientras que en 2009 se presentaron mil 644.
El diputado federal dijo que uno de los puntos centrales y que demanda una reforma legislativa, es el fuero de guerra: México es el único pueblo que lo mantiene para los integrantes de las fuerzas armadas.
Ante estudiantes y académicos, el coordinador del posgrado en derecho, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, Carlos Ramiro Ruiz Moreno, hizo un análisis de la iniciativa de reforma en materia de seguridad nacional, así como de las estrategias desarrolladas hasta este momento.
“En todos los casos, vemos con temor, que la dirección asumida en la materia por Felipe Calderón, no cumple con las expectativas que demandamos los mexicanos y que la cruzada del combate contra la delincuencia, tan aplaudida por el gobierno de Estados Unidos de Norteamérica, ha debilitado la credibilidad internacional y pone en tela de duda nuestra gobernabilidad”.
Guadalajara, Jal., 14 de mayo de 2010.
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Francisco Quirarte
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas