Las mujeres que se desempeñan en el sector salud y en la práctica médica se enfrentan al “techo de cristal” debido a las dificultades para compaginar su labor profesional con sus actividades personales, pese a tener una mayor formación, afirmó la doctora Martha Villaseñor Farías, académica del Departamento de Salud Pública, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la UdeG.
“La dinámica de trabajo, tanto en el área médica clínica como en el campo de la salud pública, es de muchas actividades, y se exige como si no se tuviera ninguna otra responsabilidad ni ninguna otra vocación de servicio fuera del entorno médico, como poder extenderte en tu guardia, asistir a juntas o actividades académicas y de capacitación, en disponibilidad de horario, cuando también se asigna la tarea de educación de los hijos de proveer los víveres o cuidar de la casa”, declaró la investigadora.
La especialista expuso este tema en una ponencia durante su intervención en el webinar “La participación de las mujeres en la medicina y la salud pública”, este 19 de julio, organizado por el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.
Villaseñor Farías aseguró que este tipo de trabajo exige más a las mujeres que a los varones, debido a que se reproducen los estereotipos de género en los que ellas deben de atender y resolver asuntos relacionados con el hogar y la familia.
“Eso significa menos posibilidad de tiempo libre, que de por sí en el campo médico es escaso, para las mujeres es más; incluso, en las áreas de trabajo sus responsabilidades son mayores, desde decidir quién se encarga de apoyar a los compañeros médicos, quién organiza las actividades sociales o quién participa en las actividades políticas”, expresó.
Añadió que, por el contrario, los puestos de dirección y las jefaturas son otorgadas en menor proporción a los compañeros varones, no tanto por la capacidad sino por las posibilidades reales de poder combinar todas las tareas.
En contraparte son las mujeres las que más se capacitan o están en formación continua con cursos y actividades prácticas para lograr una mejor calificación en productividad.
“No es que ellas no estén al día, pues muchos de los posgrados y especialidades tienen muchísimas mujeres; sin embargo, hay un techo de cristal, es decir, se sigue considerando que, los hombres están hechos para los puestos de dirección como una cuestión atribuida al género, como si la personalidad per se masculina trajera consigo capacidad de toma de decisiones o carácter de mando”, denunció.
Para romper esta situación se requiere de un cambio social y un cambio de paradigma desde la formación de recursos humanos en el ámbito médico.
Atentamente
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Guadalajara, Jalisco, 19 de julio de 2021
Texto: Mariana González-Márquez
Fotografía: Fernanda Velazquez
Mujeres en el sector médico se enfrentan al techo de cristal
Muchas están mejor preparadas, pero no tienen acceso a puestos directivos
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