El compositor, organista y exdirector de la escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, Domingo Lobato Bañales (Morelia, Michoacán, 1920-2012), quien se destacara por su fructífera labor como compositor de música sacra, música sinfónica, de cámara (ensambles) musical coral y ballet, así como director de orquesta de diferentes ciudades, murió esta mañana en nuestra ciudad a los 92 años de edad.
Desde muy pequeño, a los 6 años, comenzó su carrera musical al ingresar al coro de infantes del templo de san Juan, al que luego fue elegido para integrarse al coro de niños de la catedral metropolitana de Morelia. En 1942, a los 22 años, recibió él titulo de maestro en composición y en 1945 el magisterio en canto gregoriano. En 1946 llega a Guadalajara invitado para ocupar la cátedra de composición en la escuela de música sacra de Guadalajara, por el entonces arzobispo José Garibi y Rivera.
Pronto fue invitado a participar como maestro de las principales academias musicales de la ciudad. En 1951, por invitación personal de José Guadalupe Zuno Hernández fue invitado a colaborar en lo que en ese entonces se llamaba Escuela de Bellas Artes del Estado. Enseguida ocupó la dirección de la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, en el que fue director durante 18 años, jubilándose después de 25 años como maestro de tiempo completo.
Durante su fructífera carrera mereció diferentes distinciones, entre las que destacan el premio Jalisco en Música en 1958. En febrero de 2005 recibió un reconocimiento de la Secretaría de Cultura del Gobierno de Jalisco y el patronato de la Orquesta Filarmónica de Jalisco. También en ese mismo mes recibió un reconocimiento de la LVII Legislatura del Congreso del Estado de Jalisco “por su distinguida trayectoria profesional y su notable legado musical, patrimonio cultural del estado de Jalisco y de la humanidad”.
El 8 de abril de 2005 fue distinguido por el H. Consejo General Universitario con el nombramiento de Maestro Emérito, de la Universidad de Guadalajara. Sus composiciones son consideradas una de las grandes herencias que contribuyen a acrecentar el patrimonio cultural de Jalisco y de la Universidad. Destacan "El cantar de los cantares" (ópera de cámara), "La muerte de Juárez" (suite orquestal) y la cantata épica "México creo en ti".
Como director de orquesta dirigió la Orquesta Sinfónica y Coros de Puebla, también la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guadalajara y las Sinfónicas de Morelia y Guadalajara, entre otras. Como fruto de su extenso trabajo como compositor, se encuentran obras de instrumentación especializada, ópera, composiciones corales y numerosas obras sinfónicas.
Domingo Lobato se considera el último compositor de música formal de una generación brillante que al impulso del nacionalismo se esmeró por definir en el mundo las cualidades específicas que pueden distinguir de otras obras en su género, la música mexicana. Ricardo Castro, Julián Carrillo, Manuel M. Ponce, José Rolón, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas y Miguel Bernal Jiménez forman parte de esa pléyade de compositores, que tienen en el maestro Lobato a su último representante.
Guadalajara, Jal., 5 de noviembre de 2012
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Informador Redacción. (05 de Junio de 2012). El Informador. Recuperado el 05 de Noviembre de 2012, de http://www.informador.com.mx/cultura/2012/380998/6/fiebre-de-musica-a-lo...
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas