El hecho de que México registre una paridad del peso relativamente estable frente al dólar de Estados Unidos no resulta del todo positivo, ya que esto sólo favorece a ciertas elites, dijo el jefe del departamento de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, doctor Martín Romero Morett.
Apuntó que un sector beneficiado por esta política es la maquila; ya que dichas empresas requieren importar productos intermedios o componentes para los productos que ensamblan en el país, sin embargo, afecta a la industria y la productividad nacional, ya que no la hace competitiva.
“Con un peso fuerte se tiende a dañar la producción local, pero también es barato salir al extranjero. Para la gente que tiene dinero y un patrón de consumo internacional, que consume whisky, cognac, caviar, quesos de importación, para todas esas personas, para toda esa elite es rentable, pero para el resto de la economía no”.
Además, un peso fuerte puede significar, añadió Romero Morett, que entran “muchos capitales al país”, lo cual no resulta benéfico si no se invierte en empresas que generen empleos, por el contrario “son de carácter especulativo” es decir, que van a la Bolsa de Valores. Eso sólo es “un pasivo para el país”.
“A la larga nuestra deuda en dólares, nuestra deuda con el exterior va aumentando, y al tener un peso fuerte nuestro déficit comercial va aumentando. Son las condiciones que a la larga pueden generar una crisis económica”, aseveró.
“Entonces si vas juntando todos esos pasivos, todas esas inversiones que llegan a bolsa y que en un momento pueden salir. Por otro lado, si vas juntando los déficit comerciales que se van acumulando cuando tienes un peso sobrevaluado, son las condiciones que van gestando a la larga una crisis y con esas políticas no se beneficia el aparato productivo nacional”.
Romero Morett consideró que ante esta situación México debería poner un impuesto a los capitales especulativos que llegan al país. Por otra parte planteó la necesidad de subvaluar el peso a fin de que las mercancías mexicanas sean competitivas. A la par debería haber una política industrial, por ejemplo, para otorgar créditos a las empresas locales.
Guadalajara, Jal., 14 de febrero de 2013
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Internet
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas