


México debe de generar nuevas estrategias para proteger su biodiversidad y garantizar la producción de alimentos, afirmó el maestro José Sarukhán, coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
En su conferencia magistral como parte de las actividades de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, de la Universidad de Guadalajara, titulada “Valorar nuestras diversidades”, el especialista en biodiversidad afirmó que el país depende de las grandes trasnacionales para obtener los insumos alimentarios. “Seis compañías dominan 70 por ciento de la producción de granos de alimentos para todo el mundo. Esta cuestión debería ser propia de nuestro país. La capacidad de definir cómo y de qué manera voy a producir los insumos para asegurar la producción de alimentos en México se está pasando a la industria comercial”, dijo.
El funcionario federal dijo que de acuerdo con la forma en que la población mundial y de México se alimente en las próximas cuatro o cinco décadas, definirá “qué tanta biodiversidad vamos a poder conservar en el planeta”, pues la agricultura es el principal factor de pérdida de biodiversidad en el mundo. Sarukhán explicó que el capital natural del país es tan importante como el económico, de manera que, sin este no se pueden mantener los demás.
“Toda esa diversidad biológica: los ecosistemas, las especies, los genes, es lo que podemos llamar el capital natural de México y es tan importante como el financiero, de infraestructura y económico. Sin ese capital los otros no duran demasiado tiempo y no hay manera de mantenerlos en el nivel que están”, dijo.
Expresó que la riqueza cultural de los grupos étnicos es resultado de cómo han sabido aprovechar y compartir los recursos biológicos; sin embargo, México no ha sabido valorar la diversidad cultural: “Lo hacemos siempre y cuando este atrás de la vitrina de un museo, y no en la vida real”.
Esto ha impedido aprovechar el conocimiento que tienen en la explotación sustentable de los recursos naturales y la generación de alimentos. “Por la subyugación en que hemos tenido a los grupos étnicos no hay manera de aprovechar la enorme riqueza de su conocimiento, y hacerlos parte del desarrollo del país por sus saberes y capacidades para producir alimentos”.
México es uno de los países con mayor diversidad natural, “una riqueza gigantesca” cercana a la que tiene China, a pesar de que el territorio mexicano es menor. La mitad de los cetáceos del mundo están en aguas mexicanas y 91 por ciento de las familias de peces del orbe están en este país, al igual que 41 por ciento del total de cactáceas, 75 por ciento de las especies de encinos y 38 por ciento, de pinos.
Dijo que en los últimos años, al igual que en otros países, las áreas de bosques y selvas tropicales han disminuido drásticamente y las que quedan no son grandes. Solo 15 por ciento de estos polígonos tienen más de 20 kilómetros cuadrados. La desaparición de estas zonas deja indefensos a los sembradíos y las poblaciones ante eventos naturales como huracanes, pues el agua siempre busca sus cauces y si no tiene donde depositarse, arrasa con todo.
A la par, es cada vez más caro producir alimentos, pues las estrategias actuales son poco sustentables; puso como ejemplo que para producir un filete de carne de 350 gramos se requieren 7 kilos 200 gramos de grano de maíz para alimentar a la vaca y 660 litros de agua para generar este grano, en competencia con la alimentación humana.
Por ello es necesario generar nuevas tecnologías alimentarias propias y mayor investigación pública en agricultura, que permitan responder a los retos en materia de soberanía alimentaria, concluyó.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 15 de abril 2015
Texto: Mariana González
Fotografía: Adriana González