México ante la crisis de legitimidad de la democracia

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Especialistas debaten en Encuentro Internacional sobre Cultura Democrática

En todo el mundo, la democracia vive una crisis y actualmente la tendencia global no es hacia una mayor democratización o mayor profundidad democrática. En ese contexto, México no está exento de la situación, por lo que no se puede evolucionar de manera natural hacia un sistema democrático, si no lo somos.
 
Expresó el doctor John M. Ackerman, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, al dictar la conferencia “México: la transición fallida”, como parte de las actividades del Encuentro Internacional sobre Cultura Democrática, “Tensiones del Estado-nación en la modernidad democrática”, organizado por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
 
Dijo que existe una crisis de legitimidad de la democracia liberal, de la vieja  clase política y en algunos países, las opciones de repudio e indignación salen por la derecha y en otros, por la izquierda. “Los mexicanos tenemos muy claro que sólo las elecciones no sirven de nada, siempre hemos tenido elecciones, ese rito ya no nos emociona, queremos algo más efectivo, una gestión realmente democrática. Los mexicanos tenemos razón, tenemos que cambiar los términos, no es sospechosismo, no es desconfianza, se llama indignación y conciencia; el problema no es que desconfiemos de las autoridades, sino que éstas son desconfiables”.
 
Recordó que en las últimas elecciones intermedias de 2015, quince candidatos fueron alcanzados por las balas, ejecutados en plena campaña política, además de que existe una violencia desbordada, periodistas acosados, censurados y reprimidos. “Pero nos dicen que es un sistema democrático que tenemos que celebrar. Sólo 19 por ciento de la población en México está satisfecha con el funcionamiento de la democracia”.
 
El especialista abundó en el sentido de que las democracias deberían de tener la capacidad de deshacerse de los políticos que se han ganado el desprecio. “Enrique Peña Nieto es hoy el presidente más despreciado de la historia de México. ¿Podemos deshacernos de él? No”.
 
El director del Instituto de Investigación en Innovación y Gobernanza de la UdeG, doctor Pablo Arredondo, subrayó que la llamada transición democrática de México está más inclinada hacia el fallo que al acierto, y no hace mucho era bastante lógico considerar la transición como imaginamos que podría darse.  “Hace quince años, cuando se inauguró la llamada ‘alternancia’, muchos imaginaron que, en efecto, se podía inaugurar una etapa decisiva de intensificación democrática, se pensaba que el reloj político se estaba ajustando a los tiempos que muchos países de América Latina venían experimentando; a tres lustros, la transición puede interpretarse más como un mito que una realidad”.
 
Señaló que en este país hay desencanto con la política y los políticos, y el abstencionismo ha crecido en los últimos quince años. “México se encuentra entre las países de América Latina con el menor porcentaje de participación ciudadana en procesos electorales, y la gente cree que cada día estamos peor”.
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 1 de diciembre 2015

 
Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Oscar Rivera Evans

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