


Como ámbito público de la libertad de expresión, internet ha sido mal entendido por personas que vierten mensajes de odio y prejuicios, y por eso urge una regulación efectiva de estos espacios, lo cual incluso requerirá la cooperación internacional, señaló el doctor Gustavo Ariel Kauffman durante la presentación de su libro Odium dicta: Libertad de expresión y protección de grupos discriminados en internet, recién publicado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
El investigador argentino participó en el Coloquio de Ética Pública, en el auditorio Adalberto Navarro Sánchez del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), donde señaló que, aunque internet representa la mayor expansión en derechos individuales en la historia del mundo, al mismo tiempo puede relegar lo peor de que somos capaces los seres humanos. Y es que, dijo, el espacio virtual opera con una libertad irrestricta, la cual debe defenderse, pero hay quienes la desvirtúan con un potencial destructivo y aniquilador. Todo en medio de un marco jurídico incierto que desampara a los grupos vulnerables.
El autor define a las expresiones de odio como “Odium dictum”, y lo conceptualiza como una “opinión dogmática y destructiva respecto a ciertos grupos históricamente discriminados. Al buscar en google la palabra ‘odio’ hay 71 millones de resultados. Si tecleas ‘odio a los judíos’, 344 mil. Y si tecleas ‘odio a los musulmanes’, 473 mil. Y a los cristianos, 879 mil. ‘Odio a los mexicanos’ aparece 810 mil y a los argentinos, poco menos, 699 mil. Y si buscáramos en otros idiomas los resultados serían diferentes. Internet está lleno de odio por todos lados. Hagan su propio ejercicio y lo verán”, ejemplificó a los jóvenes presentes en la charla.
“Antes, yo tenía que ir a pedir al diario La Nación para publicar un artículo. Hoy un joven de 18 años ya no tiene que hacerlo, puede publicar él mismo. Y esta expansión beneficia también a la gente que no estudió la universidad”, agregó el especialista de la Universidad de Buenos Aires, quien se pronunció por una defensa firme de estos derechos individuales, pero instó a regularlos sin exceder esa línea fina que saltaría a la censura.
“Una vez tomando esto hay que preguntar: ¿cómo hacer para que esos derechos individuales estén vigentes para todos? Eso es lo que pregunto en mi libro. Si tratamos de regular los comentarios de odio, todos podrán disfrutar internet del mismo modo”, reflexionó.
Luego de explicar los daños que causa el hate speech digital y reflexionar sobre la libertad de expresión en internet, el argentino propuso criterios jurídicos que permiten identificar con claridad la existencia de expresiones nocivas y determinar incluso sanciones. Esto con la cooperación entre países, ya que estos actos implican el anonimato en los comentarios o que gente de una nación entre a atacar en algún sitio o perfil digital de otro país.
En el libro, Kauffman ofrece un análisis comparado de legislaciones y jurisprudencias de diversos países y un apartado especial dedicado a México. Lo acompañó en la presentación, la doctora Teresa González Luna, coordinadora de la Cátedra Unesco para la Igualdad y la No Discriminación.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 4 de noviembre 2015
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Abraham Aréchiga