La nueva Ley de Migración en México despenaliza por completo la migración irregular, ofrece un marco de garantías para proteger sus derechos y busca tanto inhibir como castigar abusos de la autoridad, destacó el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, René Zenteno Quintero.
Durante una conferencia en el Paraninfo Enrique Díaz de León de la UdeG, organizada por el CUCEA agregó que a diferencia de naciones como Estados Unidos, con esta legislación México deroga el Artículo 156 del Código Penal Federal, por lo que no perseguirá a quien ingrese al país de forma irregular, además garantizará sus derechos: acceso a salud, educación y justicia, independiente a su situación migratoria.
El coordinador de la Maestría en Política y Gestión Pública del ITESO, Jorge Rocha Quintero destacó el avance que representa esta nueva legislación, publicada el 25 de mayo de 2011 en el Diario Oficial de la Federación. Sin embargo, subrayó que para su real aplicación y vigencia enfrenta diversos retos.
Uno de éstos consiste en reestructurar al Instituto Nacional de Migración. Además del presupuesto, se deberá constituir un servicio civil de carrera sólido para evitar su politización “y que la clase política acomode personas”. Otro desafío, dijo, es construir políticas públicas “que bajen las intenciones de la ley a la realidad”.
Por ejemplo, es necesario crear estudios que muestren las rutas de migración y el tipo de violaciones de derechos humanos. “Hay un reto mayúsculo (en el que deben participar universidades como el ITESO o la UdeG) para generar información actualizada, de lo contrario la política migratoria podría ser errónea”, advirtió.
Rocha Quintero añadió que para atender ese fenómeno se requiere una mayor articulación entre autoridades y la Comisión Nacional, así como las Comisiones Estatales de Derechos Humanos.
Concluyó que no se podrán solucionar los problemas de migración si no se establece una política migratoria compartida entre México, Estados Unidos y los países de Centroamérica que contemple el mismo espíritu de la ley mexicana, puesto que en varias partes de EU “se generan leyes estatales cada vez más restrictivas frente a los migrantes de origen latino”.
Es necesario, considera Zenteno Quintero, “seguir insistiendo en que podamos contar con una política migratoria en toda la parte de Norteamérica, que de verdad garantice que los flujos migratorios sean lo más controlados posible (…) sin violación a derechos humanos” y que además respondan a las demandas laborales de dichos países.
El maestro Tonatiuh Bravo Padilla, rector del CUCEA comentó que en las últimas décadas el fenómeno de la migración internacional se ha convertido en una de las dinámicas más complejas y vigorosas. En México resulta trascendental por los millones de migrantes mexicanos asentados en EU, y porque el territorio nacional se ha afianzado como lugar de tránsito para latinoamericanos.
“Por eso resulta indispensable que México tenga una ley que proteja los derechos humanos y sea congruente con los reclamos del Estado Mexicano respecto del trato recibido por sus connacionales en el exterior, y se sustente en un enfoque integral acorde a los principios de hospitalidad y solidaridad internacional”, concluyó.
Guadalajara, Jal., 14 de junio de 2011
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas
La nueva ley de migración enfrenta diversos retos
No obstante, presenta avances en materia de derechos humanos, reconocen.