La “guerra contra el narcotráfico” en México sólo sirve para hacerle el caldo gordo a Estados Unidos para la venta legal e ilegal de armas; es decir, las armas con las que los narcotraficantes se defienden son las mismas con las que el ejército mexicano los combate, señala la autora del libro La sociología jurídica del narcotráfico, de la investigadora de la División de Estudios Jurídicos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Cecilia Lozano Meraz, quien esta tarde, a las 18:00 horas, presenta su libro en el auditorio Carlos Ramírez Ladewig.
Agrega que esta “guerra” sólo favorece a los del vecino país del norte — de ahí que ellos la estén apoyando con recursos— y en nada nos beneficia a nosotros, “porque nos crea un marco de inseguridad. Es una guerra unilateral, que tiene como base una política norteamericana de producción y compra venta de armas, pues crea y recrea la producción de armamento. El narcotráfico requiere de armas, que consigue en el mercado negro, las mismas armas que requiere el ejército mexicano para combatirlos, pero ambas están fabricadas en Estados Unidos”.
La investigadora universitaria sostiene que su libro no aborda la cuestión empírica del narcotráfico, ya que su enfoque es más profundo, es decir, a qué marco teórico obedece en el contexto capitalista la aparición del narcotráfico y cuáles son sus presupuestos epistemológicos. “Descubrí que los orígenes del narcotráfico fueron durante las llamadas ‘Guerras de opio’, durante los siglos XVIII y XIX, cuando Inglaterra le declaró la guerra a China por tratar de impedirles el libre comercio de sus mercancías, sobre todo el opio que producían en la India a precios muy baratos y que tan buenas ganancias le dejaban”.
Lozano Meraz agrega que su libro está lleno de ejemplos y situaciones a lo largo de la historia para demostrar la actitud falsa e ideológica en el combate a las drogas y al narcotráfico, que sólo es ideológico, incluida la iniciativa Mérida, porque mucho le conviene a Estados Unidos esta “guerra”, que permite que se exacerbe aún más el mercado de las drogas, además de que es un mecanismo de control de los grandes cárteles de las diferentes zonas de América.
“Los beneficios no sólo es por la venta de las drogas, que según James Petras, un sociólogo norteamericano, es de un billón de dólares anuales, sino por la venta de armamento. La asistencia y certificación de países es sólo un gancho para que los gobiernos de América Latina aumenten su presupuesto al combate del narcotráfico y así darles preparación y venderles armas, dinero que bien podrían canalizar los gobiernos a la creación de empleos, que esa sí es una buena medida para combatir al narcotráfico”.
Guadalajara, Jal., 27 de mayo de 2009
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas