La economía global ha mutado de una lógica de consumo a una lógica de extracción, por lo cual, ahora los grandes corporativos se empeñan en exprimir recursos naturales y humanos con tal de obtener ganancias a toda costa sin importarles matar la tierra en apenas 20 o 30 años, consideró la catedrática Saskia Sassen, de la Universidad de Columbia.
La ganadora del Premio Príncipe de Asturias, y especialista en planeación urbana, dictó la conferencia magistral titulada “La transformación del mundo y las categorías analíticas de las ciencias sociales”, en el marco del Congreso Nacional de Ciencias Sociales, en el Auditorio Salvador Allende del CUCSH.
Dijo que ese modelo extractivo está generando “tierra muerta”, en todos los sentidos.
Para ejemplificar cómo “las altas finanzas”, está arrasando con lo que encuentran, recordó la crisis inmobiliaria que se originó en los Estados Unidos en 2008 y que después saltó a otros países.
Relató que esta catástrofe inmobiliaria se generó porque las empresas del ramo lanzaron un esquema de firma de hipotecas al vapor, presionando a sus empleados para alcanzar cuotas hasta de 500 contratos por semana. No interesaba que la persona pudiera pagar o no la hipoteca a corto o mediano plazo, sino la firma del nuevo propietario y con ello generar dinero rápido.
De esta forma se lograron firmar 15 millones de contratos en seis años. Las consecuencias fueron 14 millones de hogares desalojados, con parejas y con hijos, lo que Sakia Sassen calculó en 30 millones de personas que quedaron sin hogar de la noche a la mañana.
“Yo soy holandesa. Mi país tiene 16 millones de habitantes. Es como decir. Todos los que viven en el territorio de Holanda se van fuera. ¿A dónde? No sé, pero afuera”, afirmó.
Consideró que esos 30 millones de personas son invisibles o desechables para las altas finanzas. Expresó su temor por este instrumento financiero de hipotecas.
En los últimos diez años la especialista ha registrado 71 crisis que grandes corporativos usan como herramienta para purgar y volver a hacer negocio con las mismas tierras, causando millones de desplazados en el mundo.
“Cuando dominaba la lógica de consumo de masas no importaba lo que pensaran los actores económicos. En ese entonces lo que interesaba a los corporativos era que hubiera más y más capacidad de consumo. Pero hoy la lógica ya no la marca el consumo de masas.
Pensar que nuestra época está marcada por una lógica de extracción explica muchas cosas, como la destrucción del medio ambiente. Entonces el resultado de todo esto es: terreno urbano vacío”, refirió.
Agregó que el modelo para “matar la tierra” no se constriñe a las casas abandonadas derivadas de las crisis inmobiliarias, sino en la pérdida masiva del hábitat y la destrucción del medio ambiente, con actividades como la minería, que extermina los suelos y deja altos niveles de toxicidad o con la extracción de agua por parte de empresas como Coca Cola, afirmó la autora del clásico libro La ciudad global.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 14 de marzo de 2016
Texto: Julios Ríos
Fotografía: Gustavo Alfonzo