Guadalajara necesita solucionar de manera integral los problemas que tiene con el agua potable, y no soluciones parciales o aumentos a la tarifa que nada resuelven, como ya están proponiendo algunos ayuntamientos, dice el coordinador del Laboratorio de agua y economía, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), de la Universidad de Guadalajara, Salvador Peniche Camps.
“El asunto es que están tratando de solucionar un problema estructural con medidas totalmente marginales. La tarifación en el uso del agua es un problema que cargamos desde mucho tiempo atrás en todo el país. Con esto no va a resolverse nada. Hay que abordar toda la política hidráulica de cierta manera, porque el alza de los precios, que dicen será de 13 o 20 por ciento, no es solución y, de nuevo, las autoridades a los usuarios nos están cargando el muerto”.
El investigador universitario agrega que en otros países toman medidas respecto al abastecimiento del agua de manera más solidaria, comprometida y democrática, para no cargar la mano a los más necesitados. “El punto es que ningún aumento es posible, porque hay una injusticia fundamental al no regular, por ejemplo, el uso del agua privada, este mercado paralelo que hay por toda la ciudad de aguas embotelladas”.
“El agua embotellada cuesta en promedio 20 pesos el garrafón, como a un peso el litro. Si llenáramos el garrafón de agua de la llave, solo pagaríamos 10 centavos. Es decir, estos señores tienen una ganancia de 20 mil por ciento, un gran negocio. Considero entonces que es anticonstitucional tener un sistema dual de agua, porque el agua es una responsabilidad del Estado, y las autoridades pasan por alto este abuso”.
Salvador Peniche pregunta cómo es posible que estas empresas embotelladoras de agua tengan ese mercado tan leonino, de condiciones tan groseras de ganancia, y lo consideren las autoridades como algo “independiente”. Agrega que “la crisis del sistema hidráulico que vive la ciudad, la fuga del 30 por ciento de agua por las tuberías, la construcción de la presa de Arcediano, que es una locura, con el aumento de precio no resuelve ningún problema”.
“No sé a quién se le ocurrió esta idea de aumentar los precios, porque no hay un estudio serio que incluya los usos ambientales del agua, la protección a los mantos acuíferos. Es decir, no existe una razón lógica en la tarifación, un razonamiento bien pensado ni una explicación económica que garantice que este dinero servirá para resolver todos los problemas que giran en torno al tema del agua potable.
“Por donde lo veo, es una medida muy criticable. Lo que quiero decir es que haya una readecuación, pero dentro de un plan y una cultura responsable del agua. No se vale que las compañías transnacionales tengan la misma tarifa que las colonias más marginadas. Una medida aislada no va a arreglar nada. Más bien parece que el gobierno busca recaudar dinero para financiar las próximas elecciones. Incluso, no hay un plan para aprovechar las aguas pluviales. Nos estamos inundando, y dicen que no tenemos agua”.
Guadalajara, Jal., 9 de julio de 2008
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas