Aunque la dignidad humana tiene como marco principal la libertad, también queda claro que ésta tiene sus límites y requiere de mesura en su aplicación, señaló la académica de la Universidad Autónoma de Barcelona, Victoria Camps en el diálogo titulado: Desafíos contemporáneos de la libertad. A doscientos años de la abolición de la esclavitud, compartió el tema con el historiador de origen cubano, Rafael Rojas; y el historiador de la Universidad Autónoma de México, José Woldenberg, moderados por la jefa del Departamento de Historia, de la Universidad de Guadalajara, Ana María de la O Castellanos.
En su charla, que tituló: Los retos de la democracia en México. La comunicación, los grilletes de la libertad, Victoria Camps señaló que ahora parece obvio cómo la comunicación va unida a la sensación de libertad; es claro que en esta época en la que hay una más amplia y fluida comunicación entre los seres humanos, parecería entonces que hay mucho más libertad, pues las opciones para escoger se multiplican en este tiempo.
“Pero hay que pensar si esa dignidad del ser humano que nos permite tener muchas más opciones para escoger, nos sirve para escoger lo mejor y elevarnos a una mejor condición o si escogemos lo peor para degradarnos. Porque también se es libre para actuar mal. Si no pudiéramos hacernos malos, no seríamos libres. Es así que podemos llenarnos de contenidos inteligentes o contenidos estúpidos. Analicemos si esta comunicación nos hace más partícipes en la democracia o más idiotas, en el sentido griego de la palabra, aplicada a todos griegos que no participaban en política”.
Después Victoria Camps leyó algunas líneas de una popular melodía de la cantante española, Alaska, que dice. ‘A quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga; yo soy así, nunca cambiaré’. “Pareciera que este es lo máximo de la libertad, pero hacer ‘lo que yo quiera’ es una concepción insuficiente de libertad. Es una libertad negativa. Sí, tenemos muchas más opciones que en otras épocas, pero no queda claro si las utilizamos bien desde una perspectiva ética, es decir, para convertir a la sociedad en una sociedad más humana”, señaló.
“La libertad es muy difícil hoy en día, porque la realidad del mercado ha invadido los medios de comunicación y como todo producto, las ideas compiten ahora en el libre mercado. En el mercado libre, suceden quedarse por la competencia los mejores productos, pero en la cultura eso no funciona, porque si hay un mercado de ideas, no siempre las mejores ideas serán las que prevalecerán, y hay que tener cuidado de no convertir esas ideas en simple ruido. Información no es lo mismo que conocimiento y el conocimiento no es lo mismo que sabiduría”, recordó.
Rafael Rojas durante su charla titulada: La libertad en América. Una reflexión histórico-filosófica, y en su disertación histórica del proceso y abolición de la esclavitud en América, destacó la promulgación por Hidalgo de la libertad de nuestro país y el de la esclavitud, hecho sucedido en Guadalajara, el 6 de diciembre de 1810, que fue la primera en América que abogó por la libertad de las personas y la primera en contra de la trata y la esclavitud de las personas.
José Woldenberg leyó su ponencia titulada: Los retos de la democracia en México, en la que aunque alabó cómo nuestro país ha avanzado respecto a la democracia que hoy se practica con referencia a los últimos 20 años, también queda claro que a excepción de Perú, México ocupa el último lugar en toda América en satisfacción de democracia, pues la mayoría de la población considera que es sólo una simulación.
Guadalajara, Jal., 29 de noviembre del 2010
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Jorge Alberto Mariscal
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas