


Como parte de una serie de homenajes póstumos organizados por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), se llevó a cabo la presentación de Amaramara, el último libro de poesía de Juan Gelman, que junto con su obra reunida por el Fondo de Cultura Económica, cerraría los dos más recientes libros editados después de la muerte del poeta argentino.
Amaramara es un largo poema hecho con lo que serían los versos finales que el autor escribiría –antes de enfermar de gravedad– y que están acompañados por 20 pinturas de Arturo Rivera –pintor mexicano–, donde sus trazos –mayoritariamente retratos– no serían realizados a partir de los poemas de Gelman, sino del imaginario de Rivera y cumplirían con una de las encomiendas del también traductor y periodista: “Que fueran pinturas y no ilustraciones. Pinturas reales, pinturas dolorosas”, detallaría Rivera.
En el acto estuvo presente la viuda de Gelman, Mara Lamadrid, a quien el poeta dedica el libro. Amaramara nace del juego de las palabras “amar” y “Mara”, con el que Gelman buscaba reivindicar el significado que Lamadrid tenía en él, ya que en el proceso de edición, el Comediante de la lengua, como le gustaba ser llamado a Gelman, cambió la contraportada de su libro por una fotografía en la que aparece bailando con su mujer.
“La poesía de Gelman es en esencia poesía amorosa. No en el sentido convencional, sino en el sentido de la pasión. De la capacidad de conmoverse sin la necesidad de los lugares comunes”, detalló José Ángel Leyva, editor de Amaramara, quien dijo que la poesía para Gelman no era un camino a la santidad, sino un deterioro que apoya las “causas que parecen rotas”. “Una poesía que nos deja la tarea de leerla, de cubrirla, de amarla, pero más que todo, corresponde a un hombre que hizo de su vida misma un acto poético”.
Según Evodio Escalante, para Gelman el amor y dolor serían la misma cosa, quien con una especie de resonancias invisibles creó en Amaramara una asociación seductora que muy poca gente comprenderá. “En Gelman se pueden encontrar distintas búsquedas personales: la poesía revolucionaria, la de protesta, la amorosa. Estamos ante alterónimos, traducciones de poemas a los que se les puede dar un nuevo registro”.
El poeta argentino falleció el 14 de enero de este año en el Distrito Federal, acto que para el poeta argentino Jorge Bocanegra sería una ironía, ya que para Gelman el poeta mexicano Ramón López Velarde fue la imagen central en su decisión por tomar el oficio de las letras y, más tarde, nuestro país se convertiría en su hogar después su exilio en 1976.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
“Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco”
Guadalajara, Jal., 5 de diciembre 2014
Texto: Alejandra Leyva
Fotografía: Abraham Aréchica