Los mariachis, prácticamente, callaron a todos: a quienes hacían ruido en las salas de alrededor, a los mil asistentes, al joven que formulaba su pregunta ante el micrófono y al escritor español Fernando Savater. La presentación estelar de este lunes, “Mil jóvenes con Savater”, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), se convirtió en una fiesta jalisciense.
Nueve charros interrumpieron el encuentro, desafiaron el protocolo al cantar “Las mañanitas” y no sólo llegaron hasta el frente, sino que se subieron al presídium para parrandear con el hombre que minutos antes se esforzaba por vencer sus indicios de afonía cuando contestaba a las preguntas de los presentes.
El motivo de tal distinción fue por sus 70 años de vida, edad que cumplió el pasado 21 de junio y que, en este encuentro, para el escritor no era importante recordar, ya que el objetivo de esta tarde era algo filosóficamente más trascendental: hacer que los jóvenes reflexionaran sobre sus vidas y no temer a lo que piensen los demás.
“Una vida sin reflexión, sin cuestionamiento, no es vida. Todos deberíamos de ser observadores de nuestra vida cotidiana y reflexionar sobre lo que hacemos al vivir el día a día. No vivir con rutina, sino deliberadamente, habiendo aceptado lo que significa lo que hacemos”, mencionó el filósofo español.
El ideal de Savater se plasma en sus libros, mismos que tratan sobre la ética, la libertad y la felicidad, y buscan acabar con el automatismo; es decir, evitar hacer las cosas sin saber por qué se hacen.
El anfitrión explicó que 90 por ciento de la vida tenemos un comportamiento automático.
Dijo que durante su vida ha buscado llegar a los jóvenes. “Los jóvenes suelen estar más pendientes sobre lo que piensan los demás de ellos –agregó–. Les preocupa lo que piensan sus amigos y el grupo con los que se identifican”.
Los asistentes preguntaron a Savater sobre sus libros, también expresaron inquietudes sobre la idea de la muerte y reflexiones de temas sociales.
Al final, Savater se quedó mudo, y no por la carraspera que lo aquejaba al hablar, sino por la sorpresa del recibimiento que la FIL le dio.
No sólo “Las mañanitas” le fueron cantadas, también sonó “Si nos dejan”, cuya frase, que le da nombre a esta canción, la corearon los presentes, culminando con un aplauso que no dudó en reconocer al “hombre sin importancia”, ése que se dedica a cosas que son importantes, tal como minutos antes el propio Savater se había descrito.
Quienes moderaron la mesa fueron el periodista Jesús Silva-Herzog y el escritor Fabrizio Mejía Madrid.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 27 de noviembre de 2017
Texto: Iván Serrano/ Sarahisabel Barajaz / Jesús de Rueda
Fotografía: Abraham Aréchiga