Investigador de UdeG hablará de fenómenos ópticos, eléctricos y luminosos en el cielo

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Los rayos pueden ocurrir dentro de la nube, entre nubes y de nube a tierra

Auroras polares, fuego de San Telmo, color del cielo, crepúsculo, nubes noctilucentes, arcoíris, espejismos, coronas, halos, espectros y glorias, son algunos meteoros ópticos, eléctricos y luminosos que ocurren en la atmósfera terrestre, los cuales pueden ser disfrutados con tan solo mirar al cielo.
 
Este próximo viernes 11 de abril, dentro de los “Viernes de Ciencia”, Gustavo Salgado Rodríguez, meteorólogo de la Universidad de Guadalajara dictará la conferencia “Meteoros eléctricos y luminosos”, a las 19:00 horas en el IAM, Instituto de Astronomía y Meteorología (avenida Vallarta 2602). La entrada es gratuita.
 
El académico adelantó que en la conferencia hablará sobre algunos meteoros, como el rayo, formado en la nube tras un movimiento ascendente y descendente de las corrientes de viento, que llevan un cúmulo de gotas con carga negativa a otro de gotas con carga positiva, que chocan y generan primero el relámpago y después el trueno.
 
Adelantó que “el rayo puede suceder dentro de una misma nube, de una nube a otra nube vecina y de nube a tierra”. Respecto a la última, se dirigirá al objeto, edificio o árbol más cercano a la base de la nube; por eso la población no debe situarse debajo de estos o no sobresalir en un campo llano. Los edificios altos deben tener pararrayos.
 
Otro de los fenómenos naturales son los halos lunares o solares, comentó el académico del IAM, del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), quien explicó que la radiación de algunos astros, al incidir en los cirrostratos (nubes compuestas por cristales de hielo) describen un círculo a su alrededor. Para observar los halos solares se deben emplear lentes oscuros por un breve lapso de tiempo.
 
A los anillos formados alrededor del sol se les pueden notar colores por la refracción de la luz, tales como del rojo al azul. Respecto al arcoíris, dijo: “No hay una olla de oro al final de este. Está vinculado a la refracción de la luz, cuando incide en las gotas de agua de llovizna y se descompone en un arco con colores como rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. La longitud puede variar acorde con el ángulo del sol”.
 
“Hay otro (fenómeno) que se llama fuego de San Telmo, cuando ocurre la presencia de un rayo, pero que alcanza una coloración luz azul luminosa a su alrededor. Esto se ve normalmente en el océano”, dijo.
 
Salgado Rodríguez comentó que en ocasiones olvidamos mirar el cielo, por lo que recomendó a la ciudadanía ser más observadores de los fenómenos.
 
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco
Guadalajara, Jal., 8 de abril de 2014
 
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Internet