Historiadores recuerdan enfermedades que azotaron al país desde el siglo XIX

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Los casos del COVID-19 podrían ser mayores a los registrados

En México, posiblemente, el número de casos del COVID-19 no sea de un millón, sino entre 8 y 8.5 millones, que tal vez se han presentado a lo largo de 11 meses, afirmó el Director de la División de Disciplinas Clínicas, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), doctor Héctor Raúl Pérez Gómez.
 
Durante su participación en el Coloquio de Historia “Pandemias en México, siglos XIX al XXI”, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL 2020), explicó que en nuestro país desde el inicio se adoptó un sistema de monitoreo de la enfermedad conocido como Sistema Centinela, que no realiza pruebas a la totalidad de pacientes con sintomatología, sino sólo a 10 por ciento de los casos leves y moderados, así como a 100 por ciento de los casos graves.
 
Destacó que a nivel mundial se ha reducido la letalidad (es decir, la proporción de enfermos con COVID-19 que mueren), ya que posiblemente las estrategias terapéuticas y protocolos para pacientes graves y críticos estén mejorando día tras día, y añadió que hay una mayor realización de pruebas de laboratorio en muchos países, particularmente europeos.
 
Expresó la posibilidad de que el uso de cubrebocas generalizado podría estar reduciendo la carga viral en los pacientes que, a pesar de acatar esta medida, se infectan. La menor cantidad de virus en las vías respiratorias podría estar impactando con una menor gravedad de la enfermedad, y eso quizás esté reduciendo la letalidad, pero ésta es una hipótesis.
 
Para tener un control suficiente de la pandemia refirió la importancia de que haya vacunas suficientes para su distribución y aplicación universal, además de fármacos antivirales eficaces y seguros para el manejo de esta patología.
 
Señaló la utilidad de las medidas de prevención de la enfermedad a través del adecuado aislamiento social, lavado de manos, sanitización de espacios y la recomendación del uso generalizado de cubrebocas.
 
Las historiadoras, doctora Lilia Victoria Oliver Sánchez, Rectora del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), y la doctora América Molina del Villar, investigadora del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), recordaron que en México no es la primera vez que hay una epidemia o pandemia.
 
Oliver Sánchez destacó que, procedente de Nueva Orleáns, el cólera llegó a nuestro país por Tampico y Campeche. “En tres meses la enfermedad diezmó a la población de la joven República Mexicana. Es muy importante decir que fue la primera epidemia que nos llegó directamente de Estados Unidos; antes todas venían de España, vía el puerto de Veracruz”.
 
A Guadalajara el cólera llegó vía Tampico, pasando por San Luis Potosí y entró por la región de Los Altos, a Guadalajara. El 24 de julio de 1833 se registró la primera víctima: un niño de diez años que vivía en el Centro de la ciudad.
 
El martes 13 de agosto de 1833 murieron de cólera 238 personas. La epidemia duró en Guadalajara casi dos meses. En total se registraron 3 mil 235 muertes por esta enfermedad, alrededor de 7 por ciento de la población, y se sospecha que debió de ser mayor la mortalidad, ya que, por ejemplo, el párroco de El Santuario murió de cólera, y ya no hubo quien continuara levantando los registros.
 
La enfermedad atacaba a los pobres de una manera especialmente despiadada, dijo Oliver Sánchez. Las tasas de mortalidad que la investigadora encontró por parroquia y barrios en la Guadalajara de 1833, evidencia que tenían mayores probabilidades de morir de cólera los pobres de los suburbios de la ciudad que los habitantes de los barrios céntricos.
 
“Mientras que en el barrio de origen indígena de Analco, en Guadalajara, la tasa de mortalidad fue de 120 sobre mil habitantes, en el barrio céntrico de El Sagrario, la tasa fue de 46 sobre mil. Es decir, se redujo a menos de la mitad de la tasa registrada en Analco”, informó.
 
Molina del Villar, investigadora del CIESAS, habló de la influenza española de 1918: llegó a través de Tampico. Al igual que el cólera, vino de Estados Unidos. Al parecer, por un barco procedente de Nueva Orleáns; pero hubo otra embarcación, Alfonso XIII, procedente de España.
 
México vivía un contexto bélico. Había pasado por los años más crudos de la Revolución, y en 1914 surgió una hambruna provocada por la guerra y por la interrupción del transporte ferroviario.
 
La influenza de 1918 llegó en tiempos más aciagos que los actuales. La población era vulnerable y el sistema de salud no tenía gran cobertura.
 
 
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
"Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara"
Guadalajara, Jalisco, 3 de diciembre de 2020

 
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Cortesía FIL