Investigadores de la UdeG demuestran que en el siglo XVII Guadalajara era una ciudad cosmopolita donde confluían personas de cuatro continentes: había asiáticos (los llamados chinos, que entraban a dominios novohispanos por Filipinas), indios, españoles y negros.
Guadalajara era una ciudad pequeña, poco consolidada. Hay que recordar que había sido apenas fundada el siglo anterior, al contrario de la Ciudad de México que ya era una ciudad en toda forma, explican Melba Falck Reyes, investigadora del Centro de Estudios del Pacífico, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y el historiador Héctor Palacios.
Los dos académicos universitarios publicaron el libro El japonés que conquistó Guadalajara, la historia de Juan de Páez en la Guadalajara del siglo XVII, el cual fue editado por la Universidad de Guadalajara y la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola, y que habla de un nipón que logró hacer fortuna en la capital neogallega, a tal grado que figuró como uno de los hombres más ricos de la ciudad.
El historiador Héctor Palacios se avocó a la tarea de revisar los archivos para seguir el hilo de Juan de Páez y ubicar a su descendencia, la documentación sobre estos dos tapatíos es variada: contrato de compañía entre mercaderes, ventas, testamentos, hasta padrones de sus casas, como si se tratara de dos tapatíos de la élite.
La introducción del libro fue escrita por el historiador Thomas Calvo y el diplomático japonés de carrera retirado, Eikichi Hayashiya, uno de los intelectuales japoneses más reconocidos. Él ayudó a Octavio Paz a traducir el “Popol Vuh” al japonés.
Lo sorprendente para ambos investigadores fue encontrar estos destinos en un siglo que tradicionalmente se pinta como sombrío, cerrado y hasta racista. “Ninguno de estos adjetivos es totalmente erróneo, pero la realidad permite matizar”.
“Algunos pensarán en lo extraño que pudo haber sido encontrarse con un japonés en Guadalajara en el siglo XVII, pero la realidad era otra: en Guadalajara ver una persona con rasgos raciales característicos del este asiático era algo común; por ejemplo en los registros sacramentales del siglo XVII del Sagrario Metropolitano de Guadalajara, hemos encontrado a más de veinte personas con esa descripción racial”, señalan los investigadores de la UdeG.
Guadalajara, Jal., 14 de diciembre de 2009
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Internet
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas