Guadalajara crece verticalmente sin mejorar infraestructura

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Proyectos inmobiliarios se construyen sobre redes de drenaje y agua con 50 años de antigüedad

Frente a la escasez de espacios para la creación de grandes desarrollos inmobiliarios en el municipio de Guadalajara, se han erigido edificios habitacionales que buscan redensificar zonas como el Centro y las colonias Americana y Providencia; sin embargo, las construcciones no van a la par del desarrollo de la infraestructura que existe.
 
El doctor Ramón Reyes Rodríguez, jefe del Departamento de Proyectos Urbanísticos del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), señala que a 475 años de haberse fundado esta ciudad, en la actualidad sí se han previsto proyectos para la mejora de la movilidad; empero, en cuestión de drenaje y suministro de agua existen zonas cuyas redes son obsoletas por las necesidades actuales.
 
“Es muy conocido por los profesionistas y especialistas que en el Centro la infraestructura (drenaje y agua potable) tiene al menos 50 años de antigüedad. Es importante que exista una consideración integral del desarrollo y no sólo sembrar nuevos edificios, aun cuando estén bien localizados”, señaló el académico.
 
Reyes Rodríguez compartió que las autoridades no ignoran el estado de la infraestructura, pero no se están tomando del todo las medidas necesarias, aunque la creación de vivienda vertical “se seguirá suscitando en los próximos años, porque hay una voluntad política de densificar las zonas centrales de Guadalajara”, ya que entre 1990 y 2015, la población pasó de un millón 650 mil 205 habitantes a un millón 460 mil 148, según el INEGI.
 
Aunque esta desproporción de vivienda e infraestructura afecta la calidad de vida de quienes ahí habitan, el investigador dijo que el municipio está en una etapa de transición, por lo que “todavía no hay muchos estudios sobre la opinión de las personas que viven en estos nuevos desarrollos; para hacer una evaluación deben pasar cinco o diez años”.
 
Las actuales políticas de planificación de la ciudad han considerado avenidas principales, como Chapultepec, y de menor jerarquía, como la de Justo Sierra, para crear edificios de diez niveles o más, mismos que, señala Reyes Rodríguez, en todos ellos se debió considerar la mejora de áreas verdes, vías de comunicación y el respeto a las densidades.
 
“No son malos estos proyectos, el problema viene cuando no hay una evolución integral de los servicios”, comenta.
 
El investigador afirma que un error que se cometió por mucho tiempo fue ver al edificio arquitectónico como algo independiente al contexto urbano, y que ante estos desarrollos se deben tomar en cuenta los casos de los municipios conurbados, donde “nos damos cuenta de que no ha sido una buena fórmula, porque estamos encontrando viviendas abandonadas”.
 
Otro de los factores que no se considera en torno a estos departamentos o lofts es la satisfacción residencial de quien los compra o renta, pues “no se contemplan las necesidades de las familias, se ve más el beneficio económico de quien produce la vivienda”.
 
El académico del CUAAD defendió la visión contemporánea del urbanismo y la arquitectura, que toma en cuenta los factores de sustentabilidad en la realización de proyectos habitacionales, “una visión integral, en la que no se vea de manera aislada al edificio”.
 
 
 
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 13 de febrero de 2017

 
 
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Abraham Aréchiga