Para dar acceso a estudios virtuales, sobre todo, de bachillerato, programas de capacitación, cursos y licenciaturas, cuya capacidad dependerá de la demanda social. Con esto, el Sistema de Universidad Virtual de la Universidad de Guadalajara tiene ya 55 Comunidades de Aprendizaje y Servicios Académicos (CASA Universitaria).
Al inicio del programa, hace casi diez años, eran atendidas personas alejadas geográficamente y luego se atendió a las cercanas. “No solo nos importaron las distancias geográficas, sino también las distancias económicas, culturales y sociales, que pueden ser más graves”, dijo el Rector del SUV, maestro Manuel Moreno Castañeda.
La UdeG comparte con el Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) la preocupación de educar y capacitar a personas sin posibilidad de ingresar a programas educativos presenciales, a fin de que puedan emplearse o desarrollen actividades que les brinden seguridad social y una remuneración económica, apuntó el maestro José Alfredo Peña Ramos, Secretario General de la UdeG.
“Debemos considerar que de acuerdo con estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el aumentar un año de escolaridad promedio incrementa el Producto Interno Bruto per cápita entre 4 y 6%”, por lo cual es importante crear proyectos que disminuyan el rezago escolar en los niveles medio superior y superior, añadió Peña Ramos.
La meta es abrir otras Casas Universitarias en sedes del IJAS: una podría ser en Ahualulco de Mercado, Jalisco, dijo el licenciado Gabriel González Delgadillo, director de esta dependencia.
Nuevas Casas Universitarias UdeG en IJAS
- Juan de Dios Robledo.
- Federalismo Norte.
- Hacienda del Cotijo, cuyas sedes son los Centros de capacitación para el trabajo del IJAS.
- Tendrán un consejo técnico para valorar acciones, planeación y su evaluación.
- En total tendrán 49 equipos de cómputo.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Año del Centenario de la Escuela Preparatoria de Jalisco
Guadalajara, 16 de julio de 2014
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Texto y edición web: Eduardo Carrillo
Fotografía: Abraham Aréchiga