Por la trascendencia del asunto, la Universidad de Guadalajara se sumó al debate sobre la Reforma energética que propuso el presidente de México, Felipe Calderón, al ser inaugurado esta mañana, por el Rector general de la máxima casa de estudios de Jalisco, Carlos Briseño Torres, el foro: Actualidad y perspectivas del sector energético mexicano, que contó con expertos en la materia y que continuará el día de mañana en el Paraninfo Enrique Díaz de León.
Briseño Torres señaló que “dada la trascendencia de la iniciativa, y la importancia de lo que se pretenden modificar, han hecho que distintos puntos de vista —tanto a favor como en contra— estén expresándose. Por ello, con el ánimo de contribuir a este auténtico debate público, convocamos a este foro para discutir y analizar los siguientes temas: Situación financiera y de las reservas de Pemex, Constitucionalidad de la iniciativa por el ejecutivo federal al Congreso de la Unión, Las energías alternas y su relación con la soberanía energética y alimentaria y La participación e inversión privada en los hidrocarburos”.
Agregó que “hay la necesidad de escuchar distintos puntos de vista antes de que los legisladores definan el rumbo de Pemex. Debemos escuchar a los expertos, a los académicos, las diferentes visiones y perspectivas, tanto políticas como legales, jurídicas y, sobre todo, técnicas. ¿Qué va a pasar con el petróleo? ¿Requiere inversión privada o no en la exploración, explotación y refinación de los hidrocarburos de México? Estos son temas importantes que no solo deben discutirse en la capital, los estados también somos importantes”.
La primera mesa de trabajo fue la titulada “Diagnóstico de las reservas y la situación financiera de Pemex”, donde el representante del Instituto Mexicano del Petróleo, Esteban Cedillo Pardo, mencionó que las actuales reservas probadas de petróleo en México son de 44 mil 882 millones de barriles, 15 mil millones de reservas probables y 14 mil millones posibles. Pero alertó del peligro de que en los próximos 10 años, nuestro país se convierta de exportador a importador de petróleo.
“Hay un rezago en la incorporación de las reservas petroleras en México. Es decir, nuestra producción se está comiendo las reservas sin que nosotros podamos restituirlas. Lo ideal es que la tasa de restitución sea al menos de cien por ciento, aunque lo ideal es que podamos estar por encima de este porcentaje”.
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rafael Decelis, afirmó que el gobierno federal lo que pretende en realidad es cumplir un acuerdo que firmara Ernesto Zedillo con Estados Unidos, el llamado acuerdo Marco, para rescatar al país después del error de 1994, en el que hipotecó al país.
“El gobierno federal está tratando de dar cumplimiento al acuerdo Marco que firmó el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en turno, Guillermo Ortiz Martínez, durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, para que nos prestaran 50 mil millones de dólares, consecuencia del error de diciembre de 1994. En este contexto, el gobierno está comprometido a llevar a cabo privatizaciones y concesiones que puedan rendir aproximadamente entre 12 y 14 mil millones de dólares durante los próximos tres años”.
El investigador de la Universidad de Guadalajara, José Antonio Gómez Reyna, señaló que en realidad la reforma energética que presenta Felipe Calderón, no debería llamarse así, porque “no hay una política de estado en materia energética, pues no toma en cuenta otras formas alternativas de energía, cuando otros países, en todo el mundo, han planteado desde hace años formas alternas, por lo cual más bien debería llamarse reforma petrolera”.
“La Reforma energética propuesta es una adecuación política a modo. La pregunta es: ¿La reforma es para Petróleos mexicanos o para grupos de interés? Ahora. No existe un proyecto de estado sobre energía, en corto, mediano o largo plazo. ¿Alguien conoce el plan nacional estratégico, o el estatal o el municipal? No existe. Entonces ¿hacia dónde vamos?
Por último, la investigadora de la UNAM, y miembro del Frente Amplio Progresista, Claudia Sheinbaum Pardo, mencionó que la llamada Reforma energética es un eufemismo del gobierno federal para no llamarle por su nombre a lo que tanto temen los mexicanos, a consecuencia del pasado: pri-va-ti-za-ción. Aseguró que en realidad de lo que trata este plan es el de hacer una privatización encubierta.
“Lo que en realidad buscan los que proponen esta reforma es dilapidar la riqueza de la nación porque, qué empresa aumenta su producción y ventas como la tiene hoy Pemex, cuyos excedentes son por más de tres mil millones de dólares al mes, y sin embargo tiene un saldo negativo. La intención del gobierno federal es la privatización y la entrega deliberada de los recursos petroleros de la nación a manos privadas”.
Guadalajara, Jal., 2 de julio de 2008
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Abel Hernández
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas