México cuenta en la actualidad con 14 mil 559 miembros registrados en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), pero por lo menos debería tener 70 mil científicos dedicados la mayoría a hacer investigación básica en áreas primordiales como petróleo, física, nanotecnología, robótica, genómica y otras formas alternas de energía, así como bioquímica, señala el rector del Centro Universitario de los Lagos (CULagos), Roberto Castelán Rueda.
“Son varias áreas que la Academia Mexicana de Ciencias recomienda que deben impulsarse en el país, pero sobre todo señalan que hay que poner atención a lo que llaman investigación básica, que es la producción original del conocimiento, y que es minimizada en el país por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por considerarla costosa y de largo plazo, y más bien privilegian la investigación aplicada, es decir, los descubrimientos hechos en otros países cómo pueden ser utilizados en el nuestro”.
Agrega que de los 14 mil 559 miembros del SNI en el país, muchos de ellos no están en labores de investigación sino que pueden sólo ocupar cargos administrativos o cargos burocráticos, por lo que la cantidad de científicos disminuye de manera considerable. Además muchos de los nuevos investigadores no están aprendiendo a desarrollar conocimiento original, pues están obteniendo doctorados express en instituciones de poca calidad o doctorados a distancia, sobre todo los que ofrecen en universidades españolas.
“Un verdadero doctorado debe ser presencial, bajo la tutela de un investigador o un grupo de científicos de renombre. Hace falta una formación especial, sobre todo porque en la actualidad la investigación ya no está centrada en áreas específicas o de mucha especialidad, sino que es interdisciplinaria. Para saber de medicina hay que tener conocimientos de física, óptica, nanotecnología. En México se destina un presupuesto muy bajo a la ciencia, sólo .37 por ciento del Producto Interno Bruto, pero de esa cantidad 90 por ciento es invertida en investigación aplicada y no básica”.
Otro problema que Castelán Rueda señala es la distribución tan inequitativa de los investigadores, pues cerca de 50 por ciento de los miembros del SNI en el país están concentrados en la UNAM y en Politécnico Nacional. “La Universidad de Guadalajara, por ejemplo, que es la institución que más tiene luego de los de la capital, lejos de congratularnos deberíamos estar preocupados, pues concentra más investigadores que 13 o 15 estados completos en México”.
”Esta concentración tan grande en una sola institución implica que hay miles de estudiantes que no tienen contacto con ningún investigador reconocido ni con ningún científico. Quizá esa sea la razón por la que muchos estudiantes que ingresan a carreras, por ejemplo, ingeniería, muy pocos de ellos quieren ser científicos. Es más, podríamos asegurar que no saben qué significa con exactitud ser científico ni cómo puede formarse ni a qué puede dedicarse. Muchos soñarán con trabajar o ser gerentes de alguna empresa importante, pero pocos sueñan con perfilarse con terminar su vida de científicos”.
Guadalajara, Jal., 19 de agosto de 2009
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas