Dicta conferencia antropólogo de la Universidad Hebrea de Jerusalén

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Zvi Bekerman presentó su conferencia magistral: “Aprender / Saber en el hacer” en el Cucsh

“El papel del Estado consiste en dominar, y la educación lo ayuda a cumplir ese papel”, señaló el profesor de antropología de la educación por la Universidad Hebrea de Jerusalén, e investigador de la identidad cultural, étnica y nacional judía, el doctor Zvi Bekerman, quien anoche participó como invitado en la Cátedra de Humanidades “Primo Levi”, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), con la conferencia magistral “Aprender / Saber en el hacer”.
 
Señaló que el Estado ha llegado a crear maestrías y doctorados para monopolizar la autorización y la legitimación del saber, es decir, para legitimar la violencia contra la naturalidad del aprender humano. ¿Por qué? “Tal vez porque reconoce que, naturalmente, todos los seres humanos son iguales y todos son sabios. La igualdad asumida como fundamento, como punto de partida del desarrollo humano, así como la sabiduría, son peligrosas para el poder hegemónico; son una amenaza para las mentiras que se necesitan para convencer a todos de que el saber es aquello legitimado por los poderosos”, dijo Bekerman.
 
En su aguda crítica contra la educación “formal”, Zvi Bekerman explicó que en los últimos 200 años de historia del mundo occidental, el saber (asumido como actividad mental cognitiva) ha estado directamente conectado al hecho de enseñar (asumida como actividad consciente), de tal manera que aquel a quien no se le enseña, no aprende, y por lo tanto no sabe. Más aún, podríamos llegar a la conclusión de que el saber está estrictamente conectado, no sólo con aprender a través de la enseñanza, sino también con el espacio en el cual la enseñanza ocurre, es decir, la institución en la cual la enseñanza formal se practica: la escuela.
 
“La escuela, esa tecnología desarrollada al máximo por el Estado nacional ante la necesidad de educar a las masas para que sirvan como obedientes ciudadanos, con la mínima sabiduría, para satisfacer las necesidades de una revolución industrial sedienta de manos que laboren. El saber aprendido en el enseñar de las escuelas, en la educación universal y gratuita, no es natural, a pesar de que hoy día todos (o mejor, casi todos) la consideramos así. Tan natural nos parece que medimos nuestro saber y lo legitimamos contra patrones/modelos escolares”, señaló Bekerman.
 
Subrayó entonces que “aprender el saber es la respuesta de la vida, de la biología a la necesidad, a todas las necesidades humanas, tanto materiales como simbólicas. Se aprende sólo lo que se hace, y también se es lo que uno hace. Los filósofos tradicionales, desde Platón hasta Descartes, han sido excelentes amigos de los poderosos. Las abstracciones que nos ofrecen son un gran placebo para mantener a los poderosos en el poder. De la misma manera que los maestros certificados por el Estado, estos filósofos quieren certificar nuestro saber, quieren legitimarlo en lugar de que sea legitimado por la práctica. ¿Recuerdan la escuela? En ella, por lo general, había una sola forma correcta de llegar a una solución, de entender un texto. Parece que lo que querían no era que entendiéramos el texto, sino que lo entendiéramos como ellos lo entendían”.
 
Guadalajara, Jal., 7 de septiembre de 2012
Texto: Juan Carrillo Armenta
Fotografía: Adriana González
Edición de noticias en la web: Lupita Cárdenas Cuevas