El derecho a jugar, a tener una buena salud, a vivir en una casa, a la empatía, al respeto, a hablar sus lenguas y más, son parte de las garantías que una decena de niñas, pertenecientes a pueblos originarios dieron a conocer como parte del Manifiesto por las Niñas en el Área Metropolitana de Gudalajara (AMG).
Dicho manifiesto es el resultado de los trabajos de un foro organizado este lunes por la Unidad de Apoyo a Comunidades Indígenas (UACI) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), en el que participaron niñas de los pueblos mixteco, wixárika, otomí, purépecha y mazahua, que viven en la capital de Jalisco y otras latitudes del país.
La responsable del Programa de Salud Intercultural en el AMG de la UACI, licenciada Gabriela Juárez Piña, se trató de una escucha atenta, a propósito del Día Internacional de las Niñas (que se recuerda el 11 de octubre).
En el patio de las instalaciones de la Coordinación General de Extensión y Acción Social (CGEAS), se buscó que las niñas dialogaran entre ellas y que hicieran dibujos para identificar sus derechos.
“Quisimos conocer de viva voz cuáles son esas necesidades para sobrevivir en la ciudad. Otro objetivo es generar un puente de diálogo intercultural con las estancias responsables de atender los derechos de las infancias, en los tres órdenes de gobierno”, dijo.
“Mientras las niñas dialogaban, también vimos que hay una escucha proactiva de esperar. Y ahora ya no nos vamos a esperar tanto tiempo en lograr una ruta permanente”, explicó.
Dijo que este ejercicio se logró por medio de una convocatoria difundida en las jornadas interculturales de la UdeG, con apoyo del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), la Red Promotora de los Derechos Humanos de las Mujeres en Jalisco, las secretarías de Cultura y de Salud, la Comisión Estatal Indígena y el Instituto Nacional de los Pueblos Originarios.
Destacó que esta es una preocupación de la UdeG para atender a las nuevas generaciones con nuevas estrategias.
Quien coordinó el trabajo entre las niñas fue Hebe Di Vruno, maestra de educación primaria, originaria de Argentina y voluntaria como cuenta-cuentos en la Biblioteca Central de Jalisco.
“Fue un trabajo en el que buscamos que ellas expresaran lo que quisieran hablar. Los dibujos son una forma de expresión y también se leen como un texto; los niños aún no tienen la habilidad de la oralidad y la escritura desarrollada, por lo que el dibujo es fundamental, en él están expresando lo que están sintiendo”, declaró.
Cristina Apolonia Martínez Hernández, de la Red Promotora de los Derechos Humanos de las Mujeres en Jalisco, indicó que se ha trabajado en que las niñas reconozcan su importancia desde la colonia 12 de Diciembre en Zapopan, donde habitan varias personas de pueblos originarios.
“Estas niñas rompen paradigmas de sus vivencias. Hoy conocimos cuáles los derechos que ellas exigen, aunque a veces nosotros (como adultos o padres) no sabemos cuáles son sus derechos. Me da gusto estar con ellas, porque se va a saber lo que se ha trabajado en la lucha”, manifestó.
Natalia, una de las jóvenes, cuya cultura es la mazahua, recalcó que este ejercicio “es importante porque muchas desconocemos los derechos y que las niñas los conozcan a través del dibujo me parece genial”.
“Ser mujer en México es difícil, y ser indígena es aún más por la discriminación; yo no podía estar cómoda o tenía miedo de decir que era de un pueblo diferente porque sabía que me iban a molestar, y los profesores no hacían nada”, denunció.
Por lo pronto, este manifiesto se buscará dar a conocer con más instancias que trabajan en la procuración de los derechos de los menores, con el objetivo de que se habiliten estrategias de cuidado e inclusión de los pueblos originarios.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“2023, Año del fomento a la formación integral con una Red de Centros y Sistemas Multitemáticos”
Guadalajara, Jalisco, 9 de octubre de 2023
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Edgar Campechano Espinoza