Aunque no traerá una alta inflación la devaluación del peso frente al dólar, sí aumentará los precios de los bienes para los mexicanos, sentenció el jefe del Departamento de Economía de la Universidad de Guadalajara, doctor Martín Romero Morett, quien además lamentó que podría incrementar el número de pobres.
Durante rueda de prensa este viernes, el estudioso del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), explicó que la devaluación es ocasionada porque México requiere dólares para pagar déficits comerciales, que cada año aumentan, así como para pagar deudas de la iniciativa privada y el sector público. México pagó por intereses de su deuda externa casi “30 mil millones de pesos, es decir, casi 18 por ciento más que el año pasado”.
Apuntó que para que la economía mexicana funcione se requieren dólares, ya sea para comprar bienes –que no produce– o para pagar la deuda. Otras causas son los viajes realizados al extranjero por funcionarios, o cuando las élites sacan su dinero del país y se los llevan a los paraísos fiscales, que representan una “gran sangría” para México.
Romero Morett consideró que el modelo de desarrollo del país ha probado su fracaso durante casi 30 años, ya que “no hemos crecido más allá de 2 por ciento, cuando nuestro país necesita crecer por lo menos 7 por ciento, y generar un millón 200 mil empleos bien remunerados cada año”.
Lo anterior muestra una “inconciencia” gubernamental, incluso un “autismo” sobre no querer entender que el modelo económico es fallido. Otro punto es que México depende “excesivamente” del extranjero.
La devaluación del peso frente al dólar encarecerá las importaciones, y con ello los precios, sobre todo de alimentos. Ante esto planteó la necesidad de modificar el modelo económico, impulsar a la micro, pequeña y mediana industrias, que son las que más generan empleo; facilitar el crédito, entre otros aspectos. “Es una oportunidad para ser más competitivos”.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 28 de agosto 2015
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Abraham Aréchiga