Existe un distanciamiento entre la jerarquía católica y los creyentes. La población ha perdido confianza y fe en el clero, a causa de que éste no se ha comprometido con los sectores desprotegidos y, por el contrario, se ha preocupado por establecer relaciones con los sectores políticos, advierte el director del Centro de estudios de religión y sociedad, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), Juan Diego Ortiz Acosta.
“El clero tiene una tremenda insensibilidad, y como que ha olvidado esa naturaleza de Cristo: el compromiso con los sectores más marginales. Hay un abismo entre lo que la gente quiere y necesita de la iglesia, y entre lo que los jerarcas piensan”.
Con los graves problemas sociales que actualmente vive el país, el clero católico debería jugar un papel de compromiso con los sectores más marginales, desprotegidos y excluidos, pero se ha dedicado a preocuparse por tener buenos vínculos con el poder económico y político.
Respecto al llamado que hizo el cardenal de Guadalajara para acudir a la Romería vestidos de blanco y, de esta manera, manifestarse en contra del aborto, el investigador dijo que ese tipo de temas, así como el rechazo a la unión entre homosexuales y la eutanasia, entre otros, son asuntos que están relacionados en mayor medida con una temática de bioética, y los cuales pertenecen a la agenda y los puntos medulares que discute el Vaticano, de manera que no son necesidades prioritarias de la población mexicana.
“Esa agenda ha sido impuesta o adoptada en el caso de nuestro país. La jerarquía católica mexicana vive en otro mundo, como si los problemas fundamentales en México fueran problemas de bioética, cuando nuestros problemas reales son problemas sociales que tienen que ver con la pobreza, con la desigualdad, con la violencia y con el narcotráfico. El clero está volteando hacia otro lado y le está dando la espalda a estos verdaderos problemas que afectan a millones de personas”.
El que las personas se alejen de la iglesia no quiere decir que abandonen su fe o dejen de ser católicos o cristianos. Los creyentes continúan participando en manifestaciones religiosas, como la Romería, no por llamado de las autoridades eclesiásticas, opinó el especialista en temas de religión. De ahí que para la próxima Romería se esperan más de tres millones de asistentes.
“El pueblo participa, porque es un pueblo con mucha fe, pero en Dios. No confía en sus dirigentes religiosos. La gente, mientras más necesidades tenga, más fe va a tener en ese Dios (…) y no irá a manifestarse en contra del aborto, sino que manifestará su fe en la virgen de Zapopan”.
Para recuperar el verdadero sentido cristiano es necesario que los líderes religiosos sean sensibles a las necesidades del pueblo. De esta manera también podrán reforzar los lazos entre la iglesia y los creyentes.
Guadalajara, Jal., 10 de octubre de 2008
Texto: Wendy Aceves
Fotografía: Internet
Edición de noticias: LCC Lupita Cárdenas Cuevas