


El Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), a través del Programa Internacional de Innovación Social –cuyo objetivo es fomentar y promover el desarrollo de iniciativas para resolver problemas sociales–, dio orientación y asesoría para crear una Red de prevención y tratamiento de las adicciones, conformada por once asociaciones –presididas por Sergio Ramos Fletes– que, a su vez, han trabajado para unir esfuerzos con redes de Baja California y Michoacán.
Esta unión de asociaciones busca hacer un frente común para solicitar y tener acceso a apoyos gubernamentales, además de tener un impacto social en apoyo a las comunidades para combatir las adicciones. “En este momento, dentro de la red tenemos en la mira entrar a las escuelas públicas y proporcionar información a estudiantes de primaria, secundaria y preparatoria, así como difundir la prevención”, afirmó Marco Antonio Serna Villa, director de Sendero Fuente de Amor y Servicio, asociación civil que forma parte de la red.
Serna Villa participa en los talleres que hoy concluyen en el CUCEA, dentro del I Encuentro de Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil, “Fortalecimiento y capacitación para la obtención de fondos del gobierno federal”, cuya finalidad es que las organizaciones participantes formulen y presenten de forma adecuada sus proyectos y puedan tener acceso a las ayudas y recursos que ofrece el gobierno.
CUCEA, además de ser un apoyo para la conformación de la Red mexicana, asesora a la asociación Sendero a través del Programa Internacional de Innovación Social. “Antes éramos un grupo que se llamaba Federalismo, pero por consejo de académicos de la UdeG nos constituimos en asociación civil, nos integramos al Consejo Estatal contra las Adicciones, al Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) y hemos innovado para poder ofrecer a la comunidad un mejor tratamiento y prevención”.
El año pasado, en la asociación fueron rehabilitadas 270 personas. Actualmente, atiende a 38 varones en una casa de internamiento total ubicada en Zapotlanejo y a diez mujeres, en una casa similar en Cajititlán. El tratamiento abarca tres meses o más, para después seguir un proceso de comunidad terapéutica, que dura de ocho a trece meses. El programa que siguen para reintegrar a la sociedad a personas afectadas por la drogadicción es el mismo que el de Alcohólicos Anónimos.
Cabe destacar que en cinco años, desde que fue registrado Sendero como asociación civil, han atendido a 25 mil personas.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jal., 29 de enero 2016
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Adriana González