


Placentas de mujeres, tejidos patológicos humanos, polen y embriones de agaves, cristales de agua, rocas y polímeros son algunos materiales que se han estudiado en el Centro de Instrumentación Transdisciplinaria y de Servicios (CITRANS), dentro de los 45 servicios que atendió esta nueva dependencia de la Universidad de Guadalajara.
El doctor Alfredo Feria y Velasco, director del CITRANS, explicó que “dos de las cuatro unidades que conformarán este centro ya están operando: la unidad de Microscopía brindó 28 servicios y la de Espectroscopía 17”, en el año que concluyó.
Se han atendido servicios para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto Dermatológico de Jalisco, el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño de Jalisco (CIATEJ), laboratorios farmacéuticos de Cryopharma y Ultra Laboratorios, así como para investigadores de la UdeG, entre otros.
Se cuentan ya con diez equipos de alta tecnología como microscopios electrónicos, espectroscopios y diversos sistemas, “muchos de los cuales son únicos en la región o en Iberoamérica”. Por su parte, el edificio que albergará al CITRANS, y que se construye en el Centro Cultural Universitario (CCU), tiene ya un importante avance.
Hasta la fecha, explicó el funcionario, se han conseguido 112 millones de pesos para el edificio y el equipo a través de concursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), el Estatal (COECyTJAL) y del gobierno de Jalisco.
Detectan daños en placentas por plaguicidas
El estudio de placentas de mujeres que durante su embarazo estuvieron expuestas a contaminantes ambientales como pesticidas (organofosforados) que se usan en la agroindustria, ha sido uno de los servicios que ha brindado la unidad de Microscopía, comentó el doctor Feria, reconocido en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) en el máximo nivel de Emérito.
En este servicio, que fue solicitado por un grupo de investigadores del IMSS de Chihuahua y de Jalisco, en coordinación con la UdeG, encontraron que “las placentas de las mujeres expuestas presentan una mayor frecuencia de áreas de infartos, de destrucción de partes de la placenta (las vellosidades coriales), baja o nula nutrición celular (hipo o atróficas) y con malformaciones en su estructura”.
Esto “fue valioso” porque permitió hacer correlaciones con los ginecobstetras de estas instancias hospitalarias, ya que las mujeres embarazadas y expuestas a estos organofosforados, tuvieron productos al nacer –a pesar de que son a término– que “resultan de menor peso, con inmadurez fundamentalmente de los pulmones y seguramente, con el tiempo, presentarán alteraciones neurológicas”. Estos resultados, señaló el director del CITRANS, sirven para “publicar investigaciones de alta calidad y tomar decisiones desde el punto de vista médico”.
A T E N T A M E N T E
“Piensa y Trabaja”
Guadalajara, Jal., 16 de febrero 2015
Texto: Lucia López
Fotografía: Adriana González