Cifra récord en remesas no mejora calidad de vida de las familias jaliscienses

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En Jalisco, el promedio de remesas que llega a cada hogar es de 200 dólares mensuales, lo que apenas les ayuda para salir adelante, señala especialista

A pesar de que la política anti-inmigratoria en Estados Unidos de América (EUA) ha agudizado sus controles, paradójicamente el fenómeno no cesa, y en 2019 se rompió el récord de remesas enviadas por los trabajadores mexicanos a sus comunidades de origen. No obstante, ante el complicado panorama económico que priva en nuestro país, las remesas no mejoran de forma significativa la calidad de vida de las familias, sino que apenas les ayudan para salir adelante, declaró el investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la UdeG, doctor Alejandro Canales Cerón.
 
“Si bien Jalisco ocupa el segundo lugar nacional con 3 mil 200 millones de dólares anuales en captación, el promedio que llega a cada hogar es de 200 dólares mensuales. Nadie se va a hacer millonario con eso”, añadió. 
 
Dijo que, salvo excepciones, esa visión del migrante acaudalado, con una camioneta de reciente modelo y una casa de dos o tres pisos en una ranchería, es un mito dentro del imaginario colectivo.
 
“Efectivamente, las remeses, en el caso de México, muestran paradójicamente una tendencia al alza. Las remesas crecieron hasta 2008, pero se dio la crisis económica en EUA y hubo una regresión de la migración y su flujo. En ese año llegaron 26 mil millones de dólares, pero en 2009 bajaron a 22 mil millones. De 2010 a la fecha comenzó a recuperarse, y a partir de 2016 comenzó a romper récords, con 28 mil millones de dólares; en 2018 alcanzó los 35 mil millones y en 2019 superará los 38 mil millones. Esto va acorde con la tendencia mundial, en que se van a superar los 700 mil millones de dólares. México está ubicado entre los más importantes en el mundo, pues entre 5 por ciento y 6 por ciento de esas remesas llegan al país”, pormenorizó Canales Cerón.
 
Michoacán, Jalisco y Guanajuato, informó Canales Cerón, son las entidades expulsoras de migrantes por excelencia y, por consecuencia, las que cuentan con mayor cantidad de remesas recibidas con 3 mil 400 millones, 3 mil 200 millones y 3 mil millones de dólares, respectivamente. (Los datos citados por el especialista son del Banco Mundial y del Banco de México).
 
“Todo indica que en el año 2020 siga la tendencia de incremento en las remesas, en contraste con la migración, que se ha estancado. Hay otro dato relevante: la migración ya es de 12.4 millones de mexicanos en EUA. No está, sin embargo, a los ritmos que teníamos a principios de la década anterior. Crecemos alrededor de 100 mil migrantes al año, lo cual revierte la disminución de la migración en años de crisis. Esto se debe a que se ha recuperado la economía de EUA y, sobre todo, desde 2012, ha mejorado el sector de la construcción, donde se emplea a la mayoría de los migrantes mexicanos. Aún se mantiene lejos de los ritmos de los mejores tiempos de crecimiento de la migración, pero esa recuperación económica explica el incremento de las remesas”, explicó Canales Cerón.
 
¿Este incremento en las remesas refleja una mejora en la calidad de vida de las comunidades jaliscienses?
 
“Es un error típico creer que las remesas son un complemento del ingreso y que ayudan a mejorar la calidad de vida de la población. En realidad, son un componente del salario. De hecho, son salarios que son enviados a las familias, pero es usado para consumir, para mantenerse, no para mejorar. Tienen el mismo papel que cualquier otro salario en México. Los hogares que reciben remesas les representa 20 o 30 por ciento del ingreso corriente de las familias. Son importantes, pero no es lo que los va a sacar de pobres. Lo que reciben de remesas no supera los 200 dólares por hogar, al mes. Permite a la familia mantener un estándar de vida que no es la miseria, tampoco una situación de pujanza económica”, subrayó el investigador.
 
Finalmente, Canales Cerón señaló que las políticas de mejora de las condiciones laborales, derivadas del T-MEC, podrían tener efectos a mediano plazo. Y mientras en México sigan las condiciones complicadas para los trabajadores y EUA siga necesitando mano de obra barata, el flujo migratorio y, por ende, el envío de remesas, no cesarán.
 
 
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 2 enero de 2020

 
Texto: Julio Ríos
Fotografía: Adriana González